dijous, 25 de febrer del 2016

HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y MEDICINA NATURAL


Se habla de hipertensión cuando la presión máxima supera los 15 mmHg  y /o la mínima supera los 9 mmHg para un adulto.

La hipertensión es uno de los factores  que provocan lesión en la capa interna de las paredes arteriales (como vimos aquí). Está asociada a un incremento del riesgo a sufrir de aterosclerosis. Este es un estrechamiento de la pared arterial por depósito de lípidos formando las temidas placas de ateroma, responsables de enfermedades cardiovasculares por déficit de irrigación de la zona donde se encuentran.

Evolutivamente la alimentación del ser humano fue más bien escasa en sodio y rica en potasio. Por ello la evolución produjo cambios genéticos para asegurar que se aprovechaba la poca sal que se ingería. Incluso estableció mecanismos de recompensa cerebral para asegurarse de que buscaríamos fuentes de sodio y garantizar su consumo. Hoy en día mantenemos la misma genética, pero el consumo de sal es mucho más elevado que hace miles de años. El consumo de potasio por el contrario es más bajo. Hay un desequilibrio entre ellos.

Aunque está extendida la creencia de que la HTA tiene que ver con el consumo de sal, lo cierto es que la mayoría de casos son esenciales (se desconocen las causas) y reducir el consumo de sal sólo reduce en una pequeña medida la presión arterial. Esto se debe a que el consumo elevado de sal no viene normalmente por el salero sino por productos elaborados. Lo que hay que reducir no es tanto la sal que añadimos, sino la sal que no vemos (productos elaborados, quesos, precocinados ...)


Sal común
A nivel intracelular la relación sodio / potasio es de 1/7 y a nivel extracelular el inverso. Por eso el sodio tiene tendencia a entrar en la célula, ya que dentro hay menos. Un exceso de sodio en el exterior irá saturando el interior interfiriendo en el normal funcionamiento celular. La cuestión más importante es mantener el equilibrio entre los dos.

Generalmente se consume mucho más sodio que potasio (contenido principalmente en vegetales), ya que el sodio se encuentra en elevadas cantidades en alimentos elaborados y precocinados. Para mantener la presión arterial normal, tan importante como no ingerir una cantidad de sodio alta, lo es incrementar ingesta de potasio.

Se ha visto que incrementar el consumo de potasio, además de reducir la presión arterial, está asociado con una disminución del 24% a sufrir un accidente cerebrovascular (estudio).

Reducir exageradamente el consumo de sal tampoco es beneficioso. Algunos estudios parecen indicar que limitar la sal por debajo de niveles normales a gente con problemas cardíacos, como la insuficiencia cardíaca, podría ser más perjudicial que beneficioso (estudio). Este tipo de problemas son también aplicables a pacientes con diabetes tipo II donde la restricción de sal también se asocia a mayor probabilidad de muerte cardiovascular por incremento de colesterol LDL y disminución de la sensibilidad a la insulina.

Otro factor útil para reducir la presión arterial es el ejercicio físico (estudio) que ha demostrado ser beneficioso para prevenirla y para tratarla en sus inicios.


Chocolate

Una buena noticia: si te gusta el chocolate y tienes hipertensión, se ha visto que el chocolate negro contiene sustancias antioxidantes que presentan efectos antihipertensivos al provocar vasodilatación (detalle).

El consumo de fibra también está asociado a la prevención y tratamiento de la hipertensión.

El consumo de lácteos fermentados con Lactobacillus produce pequeños péptidos bioactivos con actividad inhibidora de la enzima convertidora de angiotensina, lo que reduce la presión arterial. También se ha comprobado lo mismo con tripéptidos derivados de la hidrólisi de la caseína de la leche (estudio). Es el mismo punto sobre el que actúan medicamentos como el Enalapril o el ramipril, pero sin sus efectos secundarios.

La obesidad está asociada a una mayor incidencia de hipertensión. En este caso lo más probable es que al perder peso se reduzca la presión a niveles normales.

Otro factor a tener en cuenta y que nadie lo hace, es controlar la ingesta de azúcares y carbohidratos en general. Cuando se disminuye su ingesta la presión arterial se reduce al no retenerse tanto sodio a nivel renal.

Como tratamiento natural para la hipertensión podemos usar diferentes plantas atendiendo a diferentes factores:

Si está provocada por retención de líquidos pueden usarse diuréticos como la Cola de caballo o el Ortosifón.

La pasiflora, la valeriana o el espino blanco nos ayudarán a reducirla cuando encontramos factores nerviosos. Esta última actúa reduciendo la ansiedad ya que es sedante del sistema nervioso simpático (el que se activa por estrés). A nivel cardíaco reduce los latidos y aumenta el aporte de oxígeno al provocar vasodilatación coronaria.

Controlar el estrés ayudará, aparte de beneficiar en otras patologías, a reducir la presión arterial. Las técnicas de relajación, por ejemplo, con ejercicios de yoga, pueden ser una buena ayuda.

Podemos usar suplementos de magnesio com se establece en este  metaanálisis.

La homotoxicología nos brinda su ayuda con productos como Melilotus-Homaccord que contiene Crataegus (espino blanco) diluido a dosis decimales. Con Rauwolfia compositum actuamos sobre la presión arterial al tiempo que hacemos una acción antiescleròtica y activamos la función hepática y renal.

Dado que la hipertensión es generalmente esencial (no se conoce su causa última) tendremos que buscar qué acción nos la controla más eficazmente. Podríamos asegurar que cumplir en conjunto las medidas higiénico-dietéticas comentadas tendrá éxito en la mayoría de los casos.

Puedes continuar con pastillas de por vida o optar por cambiar tus hábitos para mejorar tu salud.

Podríamos concluir que la sal ni demasiado, ni poca. Así, en una dieta en la que la comida sea natural (no lleva sal añadida), con ausencia de comida elaborada, no deberíamos preocuparnos demasiado si añadimos una pizca de sal para darle más sabor.




dimarts, 16 de febrer del 2016

PALEODIETA O DIETA EVOLUTIVA


Durante millones de años hasta llegar a nuestra especie los homínidos han evolucionado alimentándose de lo que era propio en la tierra en la que se desarrollaban. Hemos evolucionado en épocas de abundancia donde los alimentos estaban en bosques frondosos. También hemos sufrido glaciaciones que han implicado épocas con escasez de alimentos. Estos cambios climáticos fueron formando nuevos escenarios como las sabanas africanas donde había que recorrer largas distancias para encontrar alimento. El ser humano ha tenido, pues, que adaptarse a diferentes tipos y cantidades  de alimentos dependiendo del momento histórico y la latitud en la que se encontraba.

En los últimos 40000 años nuestro genoma prácticamente no ha variado (estiman entre un 0.01-0.02%) y por lo tanto estamos adaptados a la alimentación en la que evolucionamos hasta entonces. De hecho, con la introducción de la agricultura y el abandono progresivo de la vida nómada y cazadora durante el neolítico, la salud del ser humano empeoró: malnutrición, aumento de enfermedades y epidemias, reducción de la talla y de la esperanza de vida, así como aparición de altos niveles de caries u osteoporosis entre otros.


Representación de la molécula d'ADN

Todas estas alteraciones y diferencias climáticas en las distintas zonas del globo terrestre han hecho que encontremos dietas tan diferentes en poblaciones alejadas entre sí, todas adaptadas al medio natural donde se desarrollan. Estas dietas tienen en común estar formadas sólo por comida real y, a pesar de que unas pueden contener un 70% de hidratos de carbono y otras sólo un 30%, se caracterizan por mantener las poblaciones que las consumen en un buen estado de salud.

Así por ejemplo los Masai (los que siguen todavía la dieta ancestral) comen carne, leche, principalmente de cabra, sus derivados, sangre, y caldo de corteza de algunos árboles. Presentan, sin embargo, un buen estado de salud, aunque su consumo de proteínas y grasas es elevado, y el de hidratos de carbono bajos.

Por el contrario, los Kitava consumen un 69% de calorías en forma de hidratos de carbono provenientes de tubérculos, frutas y legumbres. También un elevado consumo de coco (que es rico en grasas saturadas), y pescado. A pesar de realizar poco ejercicio físico (comparado por ejemplo con los Masai) gozan de una buena salud hasta el punto de no presentar prácticamente ningún accidente cardiovascular o cáncer. Con el consumo elevado de grasas de los Kitava podemos preguntarnos :¿No será que las grasas saturadas no son tan malas como nos quieren hacer creer? De hecho, una grasa saturada llamada ácido láurico que está presente en abundancia en el coco, reduce el factor colesterol total / colesterol-HDL, lo que implica reducción del riesgo cardiovascular al aumentar su consumo a expensas de los hidratos de carbono, como podemos observar en la siguiente grafica.




Aunque podemos pensar que la buena salud de estas poblaciones se debe a la genética o el ejercicio físico: ¿sabes qué pasa cuando se los somete a una dieta occidental donde los cereales forman la parte más ancha de la pirámide nutricional ? ¿Dónde la comida deja de ser "real" y pasa a estar "fabricada"? Pues que empiezan a sufrir las mismas enfermedades que nosotros, y toda la ventaja que les suponía su dieta ancestral queda eliminada por la fuerza destructora de la comida refinada carente de nutrientes.

¿En que consiste la paleodieta o dieta ancestral?



Llámala como quieras: dieta ancestral, dieta paleolítica, dieta de los cazadores-recolectores ... la cuestión es que tiene como premisa, que antes de la introducción de la agricultura, tal y como hemos visto antes, el hombre evolucionó haciendo una determinada dieta que fue cambiando a lo largo de los milenios según las inclemencias climáticas y la zona geográfica en la que se encontraba. A ella se fue adaptando su genoma, y por tanto, el nuestro.

Esta dieta consistía en carnes magras, pescado, mariscos, vegetales, frutas, frutos secos y miel. No había consumo de tubérculos harinosos, cereales o leche. Se dice que tampoco de legumbres, pero hay estudios que demuestran que los Neandertales ya las cocinaban (detalle). De todas formas con estos solo compartimos un 2-4% del genoma, así que podríamos, en teoría, seguir diciendo que no consumíamos legumbres.


¿Es una dieta sana? Pues los estudios científicos que se han hecho parecen indicar que sí. De hecho, se mejoran los parámetros de riesgo cardiovascular, y la sensibilidad a la insulina, lo que permite mejorar la diabetes tipo II. Favorece también la pérdida de peso.  La verdad, es que tampoco entiendo mucho que haga falta hacer estudios para determinar que comer "comida" es lo que nuestro organismo necesita. 

Así pues, se trataría de ir eliminando de la dieta aquellos productos a los que puede que nuestro genoma no esté adaptado. Recomendaría empezar por eliminar los cereales (principalmente los ricos en gluten como el trigo). Ya hemos visto aquí los problemas que representan. Después podríamos dejar los lácteos. No hay que preocuparse por el calcio si el consumo de vegetales es elevado, sobre todo los de hoja verde como acelgas o espinacas, así como de frutos secos o sardinas en lata entre otros.

Hay que considerar que la composición de la carne (y los alimentos en general) en aquel tiempo no era la misma que ahora. La explotación ganadera con el uso de piensos, antibióticos y hormonas hacen que el contenido de nutrientes y de tóxicos no sea el mismo que durante el paleolítico. Esto implica tener que comprar carne ecológica, que es bastante más cara, para asegurarnos una mejor composición en ácidos grasos esenciales (aunque no es imprescindible para seguir esta dieta, evidentemente). También ha habido reducción en el contenido de vitaminas y minerales en frutas y verduras debido a diferentes motivos: uso de pesticidas, agotamiento de los terrenos de siembra, recolección antes de la maduración, presencia de frutas fuera de temporada, etc.

Hay quien acusa esta dieta de poder dar déficit de algún nutriente, como por ejemplo de calcio por la falta de lácteos. La realidad es que no se dan carencias e incluso se pueden conseguir más nutrientes que con la dieta considerada "normal" por qué es una dieta basada en alimentos completos que contienen abundancia de nutrientes. Por el contrario, no contiene alimentos refinados sin nutrientes como el pan o la pasta, que aportan calorías prácticamente vacías.

En los siguientes post vemos cómo afecta este tipo de dieta a diferentes condiciones como las enfermedades autoinmunes, las cardiovasculares o la diabetes.



dimarts, 9 de febrer del 2016

OMEPRAZOL: ¿NECESARIO SU ALTO CONSUMO?


Seguro que muchos de vosotros sufrís de acidez, reflujo, dispepsia, malas digestiones .... y pim, pam, una pastillita de omeprazol y los síntomas desaparecen. Que bien, ¿no? Pues no!! Sólo un 5% de la gente con estos síntomas sufren de un exceso de acidez (por ejemplo, por el síndrome de Zollinger-Ellison).

El resto de casos se deben a deficiencias en los sistemas de defensa contra el ataque del ácido (capa delgada de moco), o incluso a deficiencias de ácido clorhídrico.


La capa de moco que nos protege del ácido puede haber disminuido su grosor y no cumplir su función de defensa, por tanto, notamos ardor. Esta capa puede ser alterada por la presencia de una bacteria llamada Helicobacter pilori, fármacos como los antiinflamatorios, infecciones intestinales, o la propia disminución de la acidez (como hemos visto). Cuando ésta se reduce, lo hace también la cantidad de moco protector, por lo que puede darse igualmente irritación de la mucosa por el poco ácido secretado, que destruirá células productoras de HCl, cerrando así un círculo vicioso.


En general podemos sospechar hipoclorhidria cuando aparecen los siguientes síntomas: acidez, gastritis, reflujo, indigestión, gases, sensación de plenitud, estreñimiento, fatiga ...


Resultat d'imatges de omeprazol
Reacción del omeprazol con el ácido y el enzima al que inhibe

Dado que necesitamos que el estómago sea ácido para llevar a cabo sus funciones, el hecho de tomar una pastilla que me inhibe su secreción, me provocará a la larga efectos negativos sobre el funcionamiento normal del digestivo, al que sumaré los posibles efectos adversos del medicamento. Además, después de un tiempo, el intento de retirar el medicamento puede provocar efecto rebote con un incremento de la secreción ácida.

La falta de ácido nos dará baja digestión de proteínas ya que el pepsinógeno no se transforma en pepsina (enzima que las digiere). También nos puede dar malabsorción de vitaminas dando trastornos metabólicos por déficit de las mismas. Se facilita la entrada de bacterias al no ser destruidas por el ácido.



Gastritis erosiva
Otro problema añadido es qué si tomo otros medicamentos, puede que estos necesiten de un medio ácido para absorberse, y no podrán hacerlo. El ejemplo más claro es el carbonato cálcico que se da a los abuelos para los huesos. Debido a que muchos de ellos toman Omeprazol, la falta de un medio ácido dificulta que el calcio se pueda absorber (quizás gracias a ello no les aumenta el riesgo cardiovascular como vimos en el post dedicado a la osteoporosis ).

¿Para qué sirve la acidez del estómago?

  • El ácido clorhídrico nos brinda una primera línea de defensa contra las bacterias que penetran en el organismo vía oral.
  • Nos permite desnaturalizar las proteínas para poder ser digeridas, y activar las enzimas que tienen que hacerlo.
  • Permite la absorción del factor intrínseco de Castle sin el cual no podríamos absorber la vitamina b12.
  • Favorece la absorción de minerales como el calcio y el magnesio.
Ahora imagina lo que pasa si no dispongo de un medio ácido por culpa de la pastilla: estas funciones no se pueden llevar a cabo con normalidad. A la larga nos dará problemas como anemia por déficit de vitamina B12, que nos podría dar también un tipo de demencia. O deficiencia de magnesio, entre otros. Se han observado incluso disbiosis (alteración de la microbiota intestinal) y mayor riesgo a sufrir infecciones intestiales al eliminar el efecto barrera.

El uso de antiinflamatorios afecta a la producción de moco, de forma que se acentua el problema al hacer la capa mas fina y facilitar el contacto del ácido con la mucosa. 

Para aumentar la acidez podemos tomar vinagre de manzana antes de comer que también mejora la digestión. O el zumo de medio limón. Convendría tomar betaína clorhidrato para aumentar la acidez y romper el círculo vicioso comentado más arriba, al tiempo que se intenta recuperar la capa de moco. También ayudará tomar pepsina para favorecer la digestión de las proteínas y evitar así su utilización por bacterias proteolíticas que podría conducir a patología autoinmune en presencia de intestíno permeable.


La producción de ácido depende de una enzima llamada anhidrasa carbónica. Su centro activo depende del zinc. Podemos añadir un suplemento de este mineral para asegurarnos de su activación. Si tienes alteraciones del gusto es muy probable que haya problemas con el zinc, y también se relacionan con la anhidrasa carbónica (estudio).

Un remedio natural contra la acidez e incluso contra las úlceras, sería beber diariamente jugo de patata y col.

Por otro lado habría que favorecer el crecimiento de bacterias productoras de moco. Uno de los comensales más importante de nuestra microbiota es Faecalibacterium prausnitzii. Forma parte de la llamada microbiota mucoprotectora, y junto con Akkermansia muciniphila, mantiene la capa de mucus. Si esta se reduce tenemos inflamación de la mucosa y pérdida de su capacidad barrera. Así, el almidon resistente nos sirve de alimento para las bacterias productoras de ácido butírico, un ácido graso de cadena corta con distintos efectos positivos sobre la salud. Entre estas bacterias encontramos a  Faecalibacterium. Para estimular el crecimiento de Akkermansia podemos usar Inulina. 

 

dilluns, 1 de febrer del 2016

PSORIASIS Y MEDICINA NATURAL


Clasificamos la psoriasis como patología de eliminación según las teorías del Dr.Seignalet. Esto implica que el cuerpo está usando la piel para eliminar moléculas alimentarias y / o bacterianas que han atravesado la pared intestinal y que se acumulan.

Se diferencian dos tipologías de psoriasis: tipo I y tipo II. En el primer caso encontramos la asociación con un gen llamado HLA-Cw6 en un 50% de los casos y se presenta antes de los 40 años. El tipo II se presenta más tarde y la influencia genética es menor.


Se ha visto que en los pacientes con psoriasis hay un patrón inmunitario de tipo TH1 (implica un desequilibrio entre los linfocitos tipo Th1 y los Th2), así como inhibición de formación de una molécula llamada AMPc y un exceso de GMPc (estas dos moléculas determinan la velocidad de división celular).


Tenemos por un lado el ataque autoinmunitario, y por otro, un recambio celular aumentado que sería el responsable de eliminar las moléculas acumuladas provenientes del intestino. Veamos primero cómo pueden producirse estos factores de desequilibrio, para luego ver cómo podemos evitarlos o tratarlos.



Psoriasis

¿Qué me lleva a un patrón incrementado en TH1?

Debe haber un equilibrio entre los linfocitos TH1 y TH2, ya que el desequilibrio me conduce a una condición autoinmune o a alergias. Al aumentar los TH1 se produce la reacción autoinmune. Es decir, hay algo que ha hecho de antígeno (sustancia contra la que el sistema inmune reacciona), y sobre la que los linfocitos han actuado, pero que más tarde provoca por semejanza que se ataque mi propia piel. Este antígeno puede provenir de una infección previa bacteriana o vírica (un porcentaje elevado de pacientes con psoriasis en gotas han tenido infección estreptocócica de vías altas en las semanas previas), o de una proteína mal digerida que atraviesa la barrera intestinal al existir síndrome de intestino permeable del que  hablamos aquí.


¿Qué me lleva a disminuir el AMPc y aumentar el GMPc?


En el organismo encontramos unas sustancias llamadas poliaminas que presentan un origen doble: vía endógena (sintesis interna), y vía exógena: a partir de la síntesis por parte de microorganismos intestinales, o como componentes de los alimentos.


Son sustancia necesarias que se encuentran incluso en la leche materna y son importantes para el crecimiento del bebé, donde se han implicado en su desarrollo, diferenciación y crecimiento celular. Ahora bien, estas sustancias en exceso serían tóxicas y estarían implicadas en la génesis de diferentes enfermedades, entre ellas la psoriasis.


Se ha visto que la espermina, una poliamina, sería la responsable de desequilibrar el AMPc y el GMPc, ya que en las lesiones de piel del paciente con psoriasis se encuentra el doble de concentración de esta poliamina (estudio). La reducción de los niveles de poliamines, comporta una mejora clínica de la psoriasi.


¿Qué podemos hacer?


A grandes rasgos, lo primero es evitar que estas moléculas atraviesen la pared intestinal. Por tanto, habrá que evitar la hiperpermeabilidad intestinal, estimular el crecimiento de una flora bacteriana adecuada, y evitar la inflamación del intestino.


Todo esto se inicia de entrada con un cambio en la alimentación, cuya base será dejar de comer cereales por su efecto negativo sobre la microbiota y porque provocan inflamación del intestino, aunque no se sea celíaco. También habría que  incidir sobre la capacidad digestiva para evitar que se queden macromoléculas sin digerir.


Es interesante mantener una función hepática óptima ya que la presencia en sangre de productos del metabolismo bacteriano provoca un incremento del GMPc. El hígado será el encargado de metabolizar estos productos para eliminarlos.


A grandes rasgos los productos que se pueden usar para tratar los dos problemas:


Para los niveles de GMPc:


1-hidrastis Canadensis: es una planta que contiene berberina, que es capaz de frenar la proliferación celular de los queratinocitos en la psoriais (estudio)
Se supone que lo hace inhibiendo la formación de poliaminas por la flora intestinal, ya que inhibe el crecimiento de flora patógena.

 Silybum marianum (Cardo mariano)


2-Enzimas digestivas para evitar que queden restos de proteína por digerir.


3-Corrección de la función hepática con plantas como desmodio, cardo mariano ...


Para estabilizar el sistema inmunitario:


Si se da un incremento de linfocitos CD4 tipo TH1, podemos administrar vitamina D vía oral.


Si hay disminución de CD8 podemos dar una planta llamada Calaguala.


También se puede intentar estabilizar el ataque del sistema inmunitario mediante la reacción de asistencia inmunológica que os comentaba en la entrada "Homotoxicologia". Para ello utilizamos piel diluida homeopáticamente, o compuestos homotoxicologicos en que haya piel en su composición y que llevan mezclas preparadas para estimular este proceso.


Nos puede ser útil el Ribes nigrum para reducir un brote. Para los picores, el azufre homeopático o el aloe vera. Productos homeopáticos como la Sepia pueden tratar la psoriasis con lesiones hiperqueratòsicas que presentan una fisura sangrante.


Con oligoterapia usaremos azufre como base de cualquier tratamiento dermatológico, ya que mejora la calidad de la piel. Participa en procesos de detoxificación hepática por conjugación.

Te hablé aquí de la adiponectina y su relación con el sobrepeso y el cáncer. También se ha visto que los niveles bajos de adiponectina empeoran la psoriasis. Al incrementar sus niveles, se reduce la producción de interleuquina 17 que es inflamatoria, mejorando la patología (estudio).

Si hay antecedentes de infección (implicada generalmente en la aparición de psoriasis en gotas) podemos usar diluciones homeopáticas de streptococcus, o de virus, que estimularán la eliminación de estos agentes, así como de la información energética que haya podido quedar de ellos. Ya se que esto suena esotérico para algunos, pero la homeopatía se presupone tratamiento energético.


Para la medicina natural, tienen importancia los cambios energéticos que se hayan provocado a raíz de la infección. Esta impregnación de energía puede perpetuar un problema como la psoriasis en gotas, aunque a veces la energía vital del individuo es capaz de recuperar el equilibrio y desaparece la psoriasis por sí sola, como se observa en un porcentaje alto de niños.


Cuando se cronifica o cambia a otros tipos de psoriasis tras la infección, cobra importancia el tratamiento con nosodes (productos homeopáticos a base de microorganismos, de tejidos enfermos, o de sustancias obtenidas del propio enfermo como sangre o expectoraciones), que permitirán la recuperación del caso.