dimarts, 9 de febrer del 2021

PARKINSON Y MEDICINA NATURAL (II)


Vimos en el anterior post (aquí) como afecta la microbiota a la aparición y/o mantenimiento del Parkinson, así como que hacer al respecto.

Hoy vamos a tratar otras pautas a seguir para mejorar esta patología. 

DIETA

Sabemos que la dieta afecta a nuestra microbiota y esta relación es, además, recíproca (nuestra microbiota puede "sugerirnos" que deseamos comer). 

La afectación de nuestra microbiota implica una mayor producción de LPS (sustancias inflamatorias que desencadenan respuesta inmunitaria) y una menor de ácidos grasos de cadena corta, como butirato. Así, una dieta mediterranea con mayor ingesta de fibra que la dieta típica occidental, se asocia a una reducción en el riesgo a sufrir EP (estudio). Esto se deberia al efecto de la fibra sobre nuestra microbiota, así como a los compuestos antioxidantes de frutas y verduras.

Aquí entra en juego la llamada dieta CETOGÉNICA (de la que hablamos aquí). En primer lugar es una dieta eficaz para perder peso (estudio), mantenerlo a largo plazo, y mejorar parámetros de salud cardiovascular. Esta pérdida de peso y la reducción de los niveles de glucosa y insulina que provoca, es capaz de revertir una diabetes tipo II y por tanto, ayudar al organismo a revertir los daños asociados a ella.


Hay estudios como este (estudio) que encuentran una mejora en pacientes con EP sometidos a dieta cetoténica. Comparada con una dieta baja en grasas, la cetogenica muestra mayores mejorias en los síntomas no motores (estudio)

En general, esta dieta puede mejorar distintas enfermedades neurodegenerativas y neuromusculares (estudio). Su efecto se debe a la generación de cuerpos cetónicos como resultado del metabolismo de las grasas. Estos presentan sobre el cerebro una disminución de la inflamación, así como un incremento en la capacidad de obtención de energía, generando además menos deshechos. Al mismo tiempo, mejora la biosíntesis de mitocondrias. Nos proporcionan un efecto de neuroprotección al actuar también como antioxidantes.

A pesar de reducir los síntomas de enfermedades neurodegenerativas como EP o Alzheimer, algunos autores presentan sus dudas sobre su idoneidad aludiendo entre otros, una reducción de apetito que podría implicar una reducción en el suministro de micronutrientes (estudio).

No olvidemos que nuestro cerebro es un 60% grasa y es rico en colesterol. Nuestra dieta debe tener suficiente grasa para cubrir sus necesidades. Incluso unos niveles más elevados de colesterol, están relacionados con mejor memoria y menor riesgo de demencia (estudio), que aquellos individuos con niveles más bajos. Como veis, el estudio está hecho con individuos sin la variante genética de la Apolipoproteina E4. La variante genética ApoE4 (existen también E2 y E3) está asociada a mayor riesgo de sufrir Alzehimer.

Dado que se han hallado datos que indicarían que la EP puede tener una base autoinmune (detalle) , otra dieta a considerar es la dieta Paleo. Hablé de su uso en enfermedades autoinmunes en este post. Por otro lado, es una dieta que aumenta la biodiversidad de la microbiota, que como sabemos es algo más que recomdable (estudio).

NUTRIENTES

El consumo de proteina en pacientes con EP debe estar por encima del ya conocido y subestimado 0.8g por kilo de peso corporal. En este estudio, una ingesta de 1.1g /kg podía no ser suficiente para asegurar el equilibrio de nitrógeno y la conservación de la masa muscular.

Podemos añadir a nuestra dieta alimentos ricos en levodopa: habas, guisantes, judias verdes, plátano, o tomates. El consumo de habas aumenta los niveles de levodopa en plasma (estudio). Si se toma  levodopa quizás hasta podría ser necesario reducir la dosis.

Debemos asegurarnos que la dieta proporciona todos los micronutrientes necesarios y en cantidad suficiente. La suplementación con ciertas vitaminas puede mejorar los síntomas clínicos de la enfermedad, bien por sus cualidades antioxidantes, bien por la regulación de la expresión génica:

Nicotinamida (vit B3)

La nicotinamida es la forma activa de la niacina (B3). A dosis elevadas puede inducir EP por neurotoxicidad. En condiciones normales, ayuda a la síntesis de Dopamina y de ATP (molécula que nos proporciona energía). También actúa como neuroprotector al inhibir el estrés oxidativo. Una dieta rica en niacina reduce el riesgo de EP.

Vitamina E

En este estudio, el uso de vitamina E y vitamina C en pacientes con EP inicial, retrasó en 2.5 años la necesidad de comenzar el tratamiento con levodopa.

Vitamina D

Niveles más altos de esta vitamina reducen el riesgo a sufrir esta enfermedad. 

Curcumina

A pesar de ser estudios "in vitro", la curcumina presenta actividad para evitar los agregados de sinucleína. Vimos en la primera parte que la formación de estos agregados proteicos provocaban la muerte de las neuronas de la sustancia nigra, provocando la deficiencia de dopamina causante de los síntomas. (estudio)

Café 

Granos de café
Las neuronas afectadas por EP expresan receptores para dopamina y adenosina. La adenosina es un relajante con efecto contrario a la dopamina. Este antagonismo (acción contraria) entre adenosina-dopamina, permite el control fino de la actividad motora. Al faltar dopamina, si se inhibe el receptor de adenosina, se potencian los efectos de la primera. Asi, el café podria permitir reducir la cantidad de levodopa a administrar y por tanto reducir sus efectos secundarios. (estudio) El consumo de café también provoca neuroprotección. 

Catequinas de te verde

Una de las principales catequinas del te verde es la Epigalocatequina-3-galato (EGCG). Atraviesa la barrera hematoencefálica donde ejerce propiedades antioxidantes, quelantes de hierro, antiapoptósicas (muerte celular) y  mantenedoras de la homeostasis mitocondrial (regulando su correcta función). (estudio)

Las propiedades de la catequina dependen de los metabolitos formados durante su metabolización por la microbiota intestinal. Estos metabolitos presentan mayor biodisponibilidad y traviessan barrera hematoencefalica ejerciendo los mismos efectos que la catequina.

Además, las catequinas tienen efecto prebiotico sobre la microbiota intestinal de manera que pueden favorecer el desarrollo de especies beneficiosas, al tiempo que reducen especies patógenas (estudio).

Quercetina

Estudios en ratas demuestran que, unida a la levodopa, el uso de quercetina modifica el curso de la enfermedad por sus efectos quelantes sobre el hierro (estudio). Por otro lado, presenta efectos antiinflamatorios a nivel neuronal al reducir la expresión de citoquinas proinflamatorias.

Puedes leer aquí la tercera parte donde trato la relación de las mitocandrias con la EP y como mejorarlas.