dilluns, 3 de desembre del 2018

ÁCIDO FÓLICO, GENÉTICA Y EMBARAZO


Al ácido fólico (de síntesis) se le conoce también por folacina, ácido pteroil-l-glutámico, vitamina B9, y como folato cuando hablamos de la forma aniónica, la presente en alimentos, o la que encontramos en nuestro organismo. Es decir, los distintos nombres son formas distintas que puede adoptar la misma vitamina.

En la naturaleza podemos encontrar distintas formas de ácido fólico que variaran por el nivel de oxidación así como por el número de ácidos glutámicos que forman parte de ella (que habrá que eliminar para absorberla). La forma totalmente oxidada es el àcido pteroil-l-glutámico (sintética). Una vez ingerido, el cuerpo lo va reduciendo (añadiendo moléculas de hidrógeno) hasta obtener la forma más biológicamente activa : tetrahidrofolato (THF). Esta actuará como donante, o receptora, de grupos químicos con un átomo de carbono. Así, la 5-MTHF (o ácido levomefólico)  es la forma totalmente reducida y con un grupo metil en la posición 5 (de ahí el número de 5-MTHF). 

Las formas activas se encargan de dar grupos con un carbono (metil, formaldehido...) o captarlos para distintas reacciones del metabolismo. Quizás la más importante sea la síntesis de ADN. Por eso es de suma importancia en periodos de crecimiento celular rápido como embarazo y la infancia. También es importante para evitar un tipo de anemia llamada megaloblástica, donde los glóbulos rojos se vuelven más grandes y disminuye su número, así como la cantidad de hemoglobina que transportan.

La última etapa en la síntesis de la forma 5-MTHF está realizada por la enzima metilentetrahidrofolato reductasa (5,10-MTHFR). Debes pensar : "¿de que me sirve este dato?". Veremos seguidamente que los cambios genéticos (polimorfismos génicos) en esta enzima están implicados en problemas de salud. Si el polimorfismo se haya en una secuencia no codificante se denomina polimorfismo genético (detalle). 

Para entender el polimorfismo debemos saber que  cada gen está formado por una cadena de moléculas unidas entre si: los nucleótidos. En esta cadena, -el ADN-, hay cuatro tipos de nucleótidos atendiendo a la base de la que están formados. 

Cromosomas

Un polimorfismo génico es lo que hace que para una misma proteína, el gen que la codifica pueda tener diferentes bases en la cadena. Cuando los cambios se dan en una sola base se llaman polimorfismos de nucleótido único (SNP). Este cambio en el ADN puede no afectar en nada a la cadena aminoacídica de la proteína sintetizada con su información (la proteína se compone de aminoácidos) o implicar un cambio de un aminoácido por otro distinto en la proteína. Esta sustitución de un aminoácido por otro distinto puede no implicar un cambio en la actividad de la enzima, o puede cambiarla en distinta intensidad hasta dejarla sin actividad. Dado que tenemos dos copias para cada gen (una del padre y una de la madre), podremos tener afectada solo una copia, las dos, o ninguna, y esto afectará en distinto grado a la actividad de la proteína.

El polimorfismo que afecta a la 5,10-MTHF reductasa implica un cambio de aminoácidos justo en el centro activo, lo que afecta directamente su actividad. Esto hace que ciertas personas no puedan usar correctamente el ácido fólico para obtener finalmente la forma 5-MTHF. Este defecto implica menor folato en eritrocitos (de ahí la anemia) y mayor concentración de Homocisteina (incrementa el riesgo cardiovascular), entre otros efectos. Cuando el polimorfismo afecta a las dos copias del gen, la reducción en la actividad del enzima es del 75%.

Se calcula que entre un 10-20% de la población contiene las dos copias para dicho gen defectuoso. Un 40-60% pueden tener solo una copia defectuosa, de forma que la copia buena es insuficiente para conseguir sintetizar todo el folato activo necesario. En estos casos es necesario el consumo de alimentos ricos en la forma activa del ácido fólico (folatos), o la toma de suplementos del mismo. Si a estas personas las suplementamos con la forma oxidada sintética (típica de la mayoría de suplementos) no serán capaces de transformarla, acumulándose en el organismo esta forma inactiva, teniendo consecuencias negativas para la salud. Entre estas consecuencias está la disfunción inmune, con disminución de la citotoxicidad de las células natural Killer (estudio).

Esto es así cuando hablamos de suplementos con dosis altas de ácido fólico. Suplementando con 400 microgramos/día o con la forma activa, no se encuentra en sangre la forma no metabolizada responsable de los problemas de salud. El problema es que en algunos países se fortifican alimentos con ácido fólico sintético, y es posible sobrepasar estos niveles según los alimentos consumidos y/o al añadir suplemento. No olvidemos que el folato trabaja conjuntamente con otras vitaminas del grupo B, principalmente la B12 y la B3 (necesaria para generar la forma activa).



Foto extraida de https://lpi.oregonstate.edu/es/mic/vitaminas/riboflavina#interaccion-nutrientes


Pues bien, toda esta introducción al ácido fólico toma vital importancia durante el embarazo. Dado que el a.fólico se reduce en los tres primeros meses de la gestación (gran demanda por parte del feto), se recomienda su consumo para evitar problemas en este. También durante la lactancia están incrementadas las necesidades de esta vitamina. Las mujeres portadoras de la mutación presentan unos niveles de folatos más bajos en sangre (estudio), de manera que en ellas aumenta la necesidad de la suplementación.

Los suplementos que se dan a las embarazadas son generalmente en forma de ácido fólico sintético. ¿Que pasa si la madre presenta un polimorfismo para el gen MTHF reductasa? Que aumentará la concentración de la forma inactiva en su cuerpo afectando a su salud y la del feto (estudio).

Veamos cuan positivo, o no, es suplementar con ácido fólico:


Embrión de 12 semanas
Vaya por delante que no discuto la necesidad de suplementar a las mujeres que quieran quedarse embarazadas o a las que ya lo están, ya que esto disminuye considerablemente la probabilidad de problemas en el tubo neural del feto. Aunque quizás con fólico sintético no es la mejor opción. En todo caso, no deberían sobrepasarse los 400 microgramos/día de la forma sintética, y asegurarse que no existe mutación para MTHFR. Acompañando el fólico con riboflavina (vit.B3) se produce una mejora en la síntesis de 5-MTHF comparado con la toma del fólico solo en individuos con polimorfismo en el gen MTHFR (estudio).

Según este estudio dar ácido fólico durante el último trimestre del embarazo aumenta el riesgo de asma en el niño. En este otro, sin embargo, no se encontró asociación con el asma en madres expuestas después del primer trimestre, aunque si durante el primero (que es justamente cuando debe tomarse para evitar los problemas del tubo neural). También se ha asociado el uso de a.fólico con la probabilidad y gravedad de padecer bronquiolitis, encontrando mayor asociación cuando se usaba durante el primer trimestre (estudio). 

Por contra, un nivel alto de folato en sangre en la mitad del embarazo se asocia con menos riesgo de enfermedades alérgicas y respiratorias durante la primera infancia (estudio). La cuestión es como consigo este nivel de folato alto en sangre.

Sabemos que para prevenir una mala formación del tubo neuronal en el recién nacido son necesarios los suplementos de ácido fólico ( principalmente durante el primer trimestre) . Además, su toma se asocia con menor riesgo de retraso severo en el lenguaje (estudio). En el embarazo, el consumo de fólico, también reduce los abortos espontáneos recurrentes, así como el bajo peso al nacer.

En conclusión, para obtener los beneficios de su uso, tanto en embarazo como en otras cuestiones patológicas, seria recomendable aumentar la ingesta de productos alimenticios ricos en folatos y/o suplementar con las formas biológicamente activas (5-metilfolato).

Las principales fuentes de esta vitamina son: verduras como acelgas y espinacas. Legumbres como guisantes y garbanzos. Frutas como plátano y naranja, y frutos secos como las avellanas. De entre las carnes, solo el hígado es una buena fuente de folatos. 

La absorción de los folatos dietéticos o su utilización puede verse afectada por medicación: aines, anticonceptivos, antiácidos, inhibidores de la bomba de protones (la familia de los azoles (omeprazol...), metformina y diuréticos.

Finalmente, veamos posibles efectos adversos por el uso de altas dosis de ácido fólico:

Enmascaramiento de la deficiencia de Vitamina B12. Con dosis de 5mg/día se revertiría la anemia provocada por déficit de B12, pero esta seguiría provocando lesiones neurológicas.

Alteración del sistema inmune, como he comentado más arriba.

Cáncer: a pesar de proteger de la aparición de cáncer, el exceso de folatos puede acelerar el crecimiento de un cáncer ya establecido (colon y próstata).


Deterioro cognitivo: en ancianos con mutaciones en el gen de la dihidrofolato reductasa, otro gen implicado en el metabolismo de ácido fólico que reduce el ácido dihidrofólico a la forma activa tetrahidrofólico.