divendres, 30 de setembre del 2016

ARTRITIS REUMATOIDE Y MEDICINA NATURAL


La artritis o poliartritis reumatoidea es una enfermedad autoinmunitaria polifactorial en la que juega un papel primordial la genética (presencia de más de 40 genes predisponentes, con el HLA-B27), la dieta y la salud intestinal. También se ve implicada una bacteria llamada Proteus mirabilis (estudio)

Aquí también podemos hablar (de hecho, en casi todas las autoinmunes) de asociación con permeabilidad intestinal aumentada. Aparte de la bacteria mencionada, se ha visto que los anticuerpos contra Salmonella o Campylobacter presentan reacción cruzada con el colágeno. Es decir, que la proteína que hace de antígeno en estas bacterias es similar al colágeno propio, de modo que el sistema inmunitario puede equivocarse y atacar el colágeno de nuestras articulaciones.

En la artritis reumatoide se encuentra un 80% de pacientes con el "factor reumatoide" (FR) elevado. No se encuentra en la artritis psoriásica, y está presente sólo en el 5-10% de la población sin artritis.


El FR es un autoanticuerpo contra inmunoglobulinas propias de manera que se forma un complejo inmunitario que se deposita en las membranas sinoviales y otros tejidos conjuntivos. Sobre este complejo reacciona el sistema inmune creando inflamación en las articulaciones, tendones y otros tejidos conjuntivos. Por eso es una enfermedad multisistémica y puede afectar a otros órganos o tejidos a parte del articular. El nivel de FR presenta correlación con la intensidad de los síntomas de artritis. Por lo tanto, controlar su nivel, junto con la VSG (velocidad de sedimentación globular), nos permitirá hacer un seguimiento del proceso patológico, así como de la efectividad del tratamiento.



Existe un gen de susceptibilidad llamado HLA-DR que aparece en los enfermos de artritis a nivel de los sinoviocitos de la membrana sinovial y del cartílago. En condiciones normales este sólo se expresa en ciertas células del sistema inmunitario.

Un segundo gen de susceptibilidad estaría ligado al género femenino donde la enfermedad es cuatro veces más frecuente.


También el estrés puede precipitar una artritis en gente predispuesta. Se daria secreción de interferón gamma por parte de los linfocitos que causaría Hiperpermeabilidad intestinal favoreciendo el ataque sobre las bacterias que mencionaba más arriba.

ALIMENTACIÓN Y ARTRITIS

Se ha comprobado que el ayuno mejora la artritis, y cuando se reintroduce la alimentación normal reaparecen los síntomas. También se ha visto que el ayuno seguido de dieta vegetariana ofrece mejoría (estudio).


En aproximadamente el 50% de pacientes hay anticuerpos contra proteínas de la leche y / o del trigo, y la presentación de hiperpermeabilidad intestinal. Por tanto, de cara a su tratamiento eliminaremos de la dieta los cereales con gluten por su efecto inflamatorio intestinal. También eliminaremos la leche y sus derivados.

Podemos probar a comer piña diariamente en ayunas, o incluso hacer dos o tres días de semiayuno a la semana a base de piña, arroz integral y verduras. Es muy posible que nos mejore la sintomatología al favorecer la autofagia. Su contenido en bromelina reducirá los inmunocomplejos de factor reumatoide. Importante dos o tres días de pescado azul cocinados a bajas temperaturas para aprovechar su contenido en ácidos grasos omega-3. Haremos una dieta rica en frutas y vegetales para aprovechar las propiedades de los antioxidantes como los polifenoles.


Evitaremos alimentos con alto contenido en ácidos grasos omega-6, como el maiz, y alimentos procesados que los contienen ya que favorecen la inflamación. En realidad es su exceso (principalmente linoleico), y el disbalance con los omega-3, lo que favorece la inflamación. Por contra, aunque es un ácido graso omega-6, el gammalimoleico, es un àcido antiinflamatorio. De ahí que puedan usarse plantas ricas en el para el tratamiento de la artritis: aceite de Borraja y el aceite de Prímula. Deben usarse de forma discontinua ya que podrían favorecer el acúmulo de acido araquidónico, que sí es inflamatorio.

A pesar de que podemos encontrar referencias al abandono de la carne por su contenido en acidos grasos proinflamatorios, la verdad es que el uso de una dieta paleo se ha mostrado eficaz en mejorar las enfermedades autoinmunes. 

BACTERIAS

La otra parte del problema sería la bacteria intestinal comentada antes. En este caso, haremos un primer tratamiento de eliminación de flora intestinal  para reducir el posible contenido de Proteus.


Proteus mirabilis


La toma de probióticos provoca mejoras en la artritis como podemos ver en este estudio o este otro.

Como en casi todo, la microbiota juega también un papel en esta enfermedad. En general, podemos hablar de presencia de disbiosis en los pacientes con artritis, donde se da una disminución de Faecalibacterium prasnutzi. Es una bacteria mucoprotectora y su reducción favorece la inflamación intestinal. En parte esto es debido a que es productora de butirato y este tiene marcados efectos antiinflamatorios sobre la mucosa. Para aumentar la producción de butirato (y de Faecalibacterium) usaremos almidon resistente.

ESTRÉS

Trataremos el estrés en la medida de lo posible con técnicas de relajación, o con el uso de plantas relajantes como la pasiflora o la valeriana.


Se pueden utilizar las flores de Bach para tratar la esfera mental del paciente, e incluso la física: Rock water por la rigidez dolorosa, Olive para el proceso inflamatorio y Gorse nos tratará la depresión por dolor crónico (si la hay, claro).

HIPERPERMEABILIDAD INTESTINAL.

Esta favorece la presencia de cualquier enfermedad autoinmunitaria. También favorece la aparición y el mantenimiento de una artritis. En este post explico como tratarla.

SUPLEMENTOS

Se ha visto que hay pacientes con artritis que presentan un nivel bajo del aminoácido histidina, de modo que al complementar con este mejoran los síntomas. También se han observado niveles altos de cobre y bajos de zinc (estudio). Un suplemento de zinc permitirá solucionar este desfase. Curiosamente, el cobre en oligoterapia nos sirve para tratar procesos inflamatorios, y en un estado agudo de la artritis podemos usarlo para bajar la inflamación y reducir el dolor.


Hay diferentes productos que nos permitirán tratar el dolor y la inflamación, pero evidentemente no evitan la progresión de la enfermedad (para hacer esto tenemos que controlar el sistema inmunitario):


El factor de necrosis tumoral alfa (TNF) es una proteína proinflamatoria, secretada por el sistema inmunitario, implicada en enfermedades autoinmunes, cáncer, o diabetes entre otros. Reducir sus niveles con medicamentos antagonistas mejora la enfermedad, pero presentan muchos efectos secundarios. Se ha visto que sustancias naturales pueden inhibir las vías metabólicas activadas por este factor (estudio)


Así, podremos usar productos como la cúrcuma por su capacidad antiinflamatoria (estudio). Además de reducir el TNF, inhibe enzimas implicadas en la inflamación como lo harían los antiinflamatorios convencionales, pero sin sus efectos secundarios. Usaremos una marca que contenga piperina o bromelaína para favorecer su absorción, o la tomaremos junto con pimienta negra. Actualmente hay preparaciones con tecnologia en microesferas de lecitina que permiten su absorción sin piperina. Esto seria conveniente en pacientes con problemas intestinales ya que la piperina puede provocar inflamación intestinal.

El ajo ha demostrado también reducir el dolor, la inflamación y la fatiga asociados a la artritis reumatoide en este estudio.

El resveratrol ha presentado actividad contra la artritis "in vitro" y en un modelo animal (estudio). Por lo tanto, aumentaremos el consumo de productos con resveratrol. Entre ellos: uva, chocolate negro (sin azúcar), frutos secos (pistachos y nueces), y bayas como arándanos y frambuesas.


Podemos usar vitamina D como en cualquier enfermedad autoinmune ya que regula su función. En este caso añadiremos vitamina K2 ja que reduce la actividad de la artritis (estudio).


Para gestionar el problema del sistema inmunitario podemos usar la homotoxicologia o la microimmunoterapia.




dijous, 15 de setembre del 2016

ES SALUDABLE COMER HUEVOS?


Los huevos han sido perseguidos y condenados a desaparecer de las dietas "sanas" por su contenido en colesterol. Sobre todo, si los niveles de colesterol que presenta el paciente están por encima de lo que se considera saludable (que como hemos visto en los posts dedicados al colesterol son valores bastante aleatorios).

Pues bien, los estudios científicos han demostrado varias cosas:
  • El colesterol de los huevos prácticamente no se absorbe por la presencia de otras grasas que lo dificultan.
  • El nivel de colesterol de los alimentos no está relacionado con el colesterol en sangre. De hecho, el huevo aumenta ligeramente el HDL.
  • La ingesta elevada de huevos no aumenta el riesgo cardiovascular. Se ha visto que mejora la resistencia a la insulina comparado con comer clara sola.
Además, es una fuente de vitaminas hidrosolubles y liposolubles como la D, y de proteínas de elevada calidad. Contiene colina, un nutriente esencial que entre otras acciones forma la acetilcolina, un neurotransmisor implicado en la memoria y el control de la musculatura.

¿Podemos comer huevos a diario? En general sí, y es aconsejable. Hay que tener en cuenta que los estudios hablan de la población en general.  Puede darse el caso concreto donde haya aumento de colesterol a partir de una determinada cantidad de consumo en un individuo concreto. En todo caso, habría que ver cómo han variado los otros parámetros relacionados con el colesterol, ya que como vimos aquí, parece que no hay una relación directa entre los niveles de colesterol total y el riesgo cardiovascular. Como tampoco lo hay con el consumo de grasas saturadas.


No malgasteis la yema!!

Hay gente que por miedo al colesterol eliminan la yema y se hacen tortillas de claras. En este estudio se encontró que comer tres huevos enteros al día era más saludable que comer las mismas calorías en forma de clara sola.  Se produjeron  mejoras en triglicéridos, colesterol HDL y en el ratio HDL / LDL, lo que mejora el riesgo cardiovascular.

Normalmente hacemos asociaciones directas por lógica: si el colesterol causa enfermedad cardiovascular, y el huevo tiene colesterol, significa que comer huevos incrementa el riesgo. Pero cuando se han hecho estudios para comprobarlo se ha visto que esto no es así (estudio). En general, podemos decir que nuestra bioquímica y fisiología no sigue siempre la lógica formulada por nuestro cerebro cuando se trata de hacer asociaciones con la comida. Por ejemplo, es lógico pensar que ingerir hidratos de carbono por la noche nos engordará porque durmiendo no gastamos tanta energía. Pues los estudios han demostrado que no es así.

En ancianos con hábitos saludables, el incremento en el consumo de huevos provoca una disminución en el riesgo de sarcopenia (pérdida de masa muscular) (estudio), lo que se relaciona con una mayor esperanza de vida, ya que preserva  sus capacidades funcionales.

Hay que ser más cauto con los diabéticos  ya que encontramos estudios a favor y en contra del consumo de huevos en este grupo de pacientes. Por un lado, este metaanálisis encuentra que el consumo de huevos no se asocia con mortalidad por accidentes cardiovasculares en la población general, aunque puede aumentar el riesgo a padecer diabetes tipo II (pero también lo hacen las estatinas, y no por ello dejan de recetarlas). Para diabéticos, si encuentra un incremento de la comorbilidad cardiovascular. Es decir, que en ellos si se incrementa el riesgo, aunque ligeramente.


Por contra, este otro estudio no encuentra ninguna relación entre el consumo de huevos y el riesgo cardiovascular en pacientes con diabetes tipo II. I este otro  nos dice que en el contexto de una dieta hipocalórica, alta en proteínas y en colesterol procedente de los huevos, se mejoran los parametros de riesgo cardiovascular, el perfil de glucosa y la presión arterial en pacientes diabéticos tipo II.


El incremento de riesgo a padecer diabetes en la población general por consumo elevado de huevos es pequeño, como podemos ver en este otro estudio.


Hay que considerar también que no es lo mismo un huevo de producción campera o ecológica, que uno producido en granja donde las gallinas están en jaulas y comen pienso. La composición en ácidos grasos es totalmente diferente, y el impacto sobre la salud también. Hay que priorizar los huevos que presentan el 0 o el 1 en su numeración impresa, ya que además de contener más ácidos grasos omega-3, contienen menos ácidos grasos omega-6 que son proinflamatorios en exceso.

¿Y que hay de los huevos de codorniz? ¿Son saludables?

Desde el punto de vista nutricional, son más ricos en proteína que los huevos de gallina y aportan más hierro, selenio y potasio. También contienen más colesterol (844mg / 100g de huevo frente los 385 de la gallina), y aunque ya sabemos que esto no es muy importante, tampoco abusaría de ellos.

Una propiedad interesante de los huevos de codorniz, de la que carecen los huevos de gallina, es su capacidad para atenuar los síntomas de la rinitis alérgica (estudio).


Podríamos concluir que comer 1 o 2 huevos diarios no supondría ningún problema para la mayoría de la población. En todo caso, los diabéticos  deberían restringir un poco su consumo o controlarse los valores de riesgo cardiovascular.