dimarts, 19 de setembre del 2017

DIETA PALEO Y PATOLOGÍAS (I)


En este primer post sobre paleodieta os hablé en que consiste y sus ventajas. Hoy vamos a hablar sobre su aplicación en distintas patologías.

Para resumir en qué consiste esta dieta, diré que se trata de comer solo la comida que era consumida por el ser humano antes de la introducción de la agricultura. Esto significa no comer cereales, legumbres o leche y derivados, y por supuesto, ningún producto procesado. Este último punto reviste un poco de controversia porque, por ejemplo, ¿que pasa con el aceite de oliva virgen? La oliva ha sido procesada, ¿no? A pesar de estar procesado, su producción se basa simplemente en un prensado, sin añadir nada artificial, así que se puede (y se debe) consumir.


También se tacha la dieta de hiperproteica o de baja en carbohidratos. En realidad, no tiene porqué ser ni una cosa ni la otra. Por otro lado, llamarle baja o alta en hidratos es arbitrario, no guarda relación con la salud de quien la sigue. Así, podemos encontrar sociedades recolectoras-cazadoras con una ingesta baja de carbohidratos y otras con ingesta alta, y ambas con un perfecto estado de salud. Mucho mejor que el nuestro.



Tribu Kitava

Hoy en día te piden para todo que lo demuestres con estudios científicos. Creo que millones de años de evolución son demostración suficiente para avalar que, en el fondo, es la dieta para la que estamos mejor adaptados. Desde que apareció el primer homínido, y hasta la aparición de la agricultura, no hemos comido más que la comida que nos ofrecía la naturaleza, así que, como mínimo, mala no puede ser.

Cuando se sustituye la dieta "occidental" ;donde nos dicen que hay que "comer de todo", y donde los cereales son la base de la pirámide alimenticia, por una dieta tipo paleo, en la que se eliminan ciertos alimentos, se producen cambios positivos en la salud. Estos cambios permiten incluso tratar patologías que de otro modo se mantienen como crónicas en el mundo occidental.


EFECTOS SOBRE LA SALUD


ACNÉ


La aparición de acné durante la pubertad en el mundo occidental se ha acabado considerando como algo normal. En realidad, no lo es. En poblaciones ancestrales no se da prácticamente este problema.



Fisiopatologia del acné
Podríamos relacionarlo con el tipo de dieta que llevamos y concretamente, con el consumo excesivo de azúcares simples. El exceso de azúcares estimula la producción de insulina que producirá un aumento del IGF-1, que a su vez aumentará la producción de sebo, favoreciendo la obstrucción de la glándula cebácea.

Al llevar una paleodieta se eliminan los azúcares simples, se reduce el IGF-1 al tiempo que se favorece una mejor microbiota intestinal, y el acné mejora considerablemente.


DIABETES TIPO II


Debemos considerarla como la incapacidad del cuerpo para introducir con facilidad la glucosa en el interior celular debido a una resistencia a la acción de la insulina. El consumo alto de hidratos de carbono procesados, sumado al sedentarismo y a la genética, genera un exceso de glucosa en el interior celular que no puede quemarse.  Así se genera un círculo vicioso, de manera que el exceso de glucosa celular dificulta la entrada de más glucosa, forzando al páncreas a segregar más insulina. Este exceso de insulina genera resistencia a la insulina y es además inflamatoria.


A principios del siglo pasado ya se sabía que las dietas bajas en carbohidratos y altas en grasas eran recomendables para controlar los niveles de azúcar en sangre. Con la aparición de los “estudios” que demostraban la peligrosidad de las dietas altas en grasa para la salud cardiovascular sobre los años 70, se invirtieron las recomendaciones oficiales incluso para los diabéticos, aunque se sabía que las dietas bajas en grasa i altas en hidratos no eran lo mejor para ellos. Incomprensiblemente, a pesar de ver el tremendo fracaso que ha supuesto, se siguen recomendando desde los estamentos oficiales (y si recomiendas lo contrario eres un pseudocientífico).


En este caso, la paleodieta, al eliminar los cereales y procesados, reduce drásticamente el aporte de hidratos refinados que estimulan la secreción alta de insulina. Mantener niveles más bajos de insulina permiten ir reduciendo la resistencia a la misma. Al mismo tiempo se utilizará la glucosa celular para la obtención de energía, que al reducir su contenido permitirá una nueva entrada de glucosa reduciéndose así en sangre.


Se ha comparado la efectividad de la paleodieta frente a una dieta convencional para diabéticos, mostrándose superior la paleo en el control de la glucosa y perfiles lipídicos (estudio).


Además, existe una relación entre la microbiota, la obesidad y la diabetes, de forma que la disbiosis (alteración en la calidad y cantidad de bacterias) puede favorecer su aparición o su empeoramiento (estudio). La dieta paleo, al ser rica en fibras no digeribles, favorece el crecimiento y la diversidad de la microbiota intestinal, ayudando a prevenir y/o mejorar esta dolencia.


SINDROME METABÓLICO


Este síndrome es un conjunto de situaciones que se presentan en un individuo que le hacen proclive a sufrir problemas cardiovasculares y diabetes, en el fondo provocados por unos niveles altos de insulina. Así se suelen encontrar: obesidad abdominal, triglicéridos altos, colesterol y LDL-col elevados, HDL-col bajo, hipertensión, intolerancia a la glucosa…



Obesidad abdominal
La mayoría de pacientes son gente mayor con obesidad abdominal, sedentarios y con resistencia a la insulina. Su causa se desconoce, aunque pueden coexistir causas genéticas en las proteínas que modulan la acción de la insulina, defectos de los receptores, defectos en la acción de la leptina, etc.

Aquí, como en los casos anteriores, la dieta paleo ayuda en la pérdida de peso, la regulación de la microbiota y en la reducción de la resistencia a la insulina.

En un estudio holandés, con tan solo catorce días de dieta paleo se mejoraron los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes con síndrome metabólico en mayor medida que con una dieta sana de referencia (estudio).

En un estudio a largo plazo los resultados fueron muy superiores a los seis meses para la dieta paleo frente a una dieta sana de referencia. Según los autores, los parámetros bioquímicos no mostraban diferencia significativa a los 24 meses, exceptuando la disminución de los triglicéridos (estudio). ¿De verdad?


En realidad, si observáis las gráficas que se presentan en el estudio, la tabla tres muestra que prácticamente todos los parámetros mejoraron más en la dieta paleo a los dos años, y algunos de ellos considerablemente.


Las gráficas de parámetros antropométricos tampoco muestran mucha diferencia a los 24 meses. Si las observáis veréis que es un poco sospechoso que a partir de un cierto punto se invierten las tendencias de las dos dietas de manera que deja de haber diferencia “estadísticamente significativa” entre ellas. Por ejemplo, en la gráfica del peso, a partir de los 18 meses los que siguen dieta paleo empiezan a ganar peso. Milagrosamente, los pacientes de la dieta de referencia empiezan a perderlo, a pesar de que lo estaban ganando desde hacía seis meses. Un poco sospechoso ¿no?.


En definitiva, podemos afirmar que una dieta paleo presentará más ventajas que inconvenientes, aunque algún estudio pretenda confundir-nos.


En este otro post hablo sobre la dieta paleo en el tratamiento de las enfermedades autoinmunes.



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada