divendres, 1 de setembre del 2017

VITAMINA K Y SALUD ÓSEA



Todos conocemos la vitamina K como vitamina involucrada en la coagulación de la sangre. Quizás sean menos conocidos sus efectos sobre la salud  ósea.

Empecemos hablando de ella. Se hallan tres formas de esta vitamina: K1 o fitoquinona que es la forma natural que encontramos en los alimentos. La K2 o menaquinona que es producida por nuestra flora intestinal (como mantener una microbiota sana). Finalmente, la sintética,  o K3.

Su función fisiológica es la de permitir la carboxilación de residuos del aminoácido glutámico en diferentes proteínas activándolas para su función. Estas proteínas que usan la vitamina K para activarse están involucradas en los procesos de coagulación de la sangre, de formación ósea o de estimulación de crecimiento celular entre otros.

Resultat d'imatges de vitamina k2 formula
Estructura química de las distintas vit K

Los recién nacidos reciben una dosis alta de esta vitamina al nacer ya que sus niveles son muy bajos debido a que no traviesa bien la barrera placentaria. Esto se hace debido  al riesgo a sufrir “síndrome hemorrágico por deficiencia de vit k” que puede ser mortal.

Las dosis diarias de vitaminas recomendadas (CDR) son aquellas cantidades mínimas que evitan los problemas derivados de su carencia, pero que no son en realidad las mejores para asegurar un funcionamiento óptimo de todas las funciones en las que intervienen. Por ejemplo, los 60mg recomendados de vitamina C sirven para evitar la aparición de escorbuto por deficiencia. Pero no son los más adecuadas para mantener en funcionamiento óptimo todas las funciones en las que interviene.

En el caso de la vit k, las ingestas recomendadas son de 75- 120 microgramos/día para los adultos.

Así pues, unos niveles justos de vit k pueden no afectar a la coagulación y no dar síntomas de carencias a corto plazo. A la larga aparecerán los síntomas de esa subcarencia a nivel óseo y cardiovascular. Esto es debido a que, frente a niveles bajos de un nutriente, el cuerpo lo utiliza para cubrir las funciones más vitales e importantes, en este caso una correcta coagulación, dejando la salud ósea y vascular en segundo plano.

Con una dieta rica en verduras de hoja verde, y cuidando de la flora intestinal, es difícil presentar deficiencias de vitamina K. Aunque puede presentarse en ciertas condiciones patológicas como daños hepáticos, fibrosis quística, colitis ulcerosa, malabsorción de grasas o enfermedad celíaca. También el uso continuado de antibióticos al afectar la microbiota intestinal.

FUNCIÓN OSEA DE LA VITAMINA K

La osteocalcina es una hormona secretada por los osteoblastos, estimulada por la vitamina d y activada por la vitamina K. Se encarga de la fijación del calcio y trabaja juntamente con la vitamina D. Así, esta le dice al calcio que vaya al hueso y la vit. K le indica donde fijarse. A parte de fijarse en el hueso, esta vitamina se secreta a sangre. Sus niveles nos dan información de la remodelación ósea, incrementándose en aquellas patologías donde hay incremento de actividad de los osteoblastos: hipertiroidismo, enfermedad de Paget, osteoporosis, fracturas óseas…Y a la inversa en hipotiroidismo, o déficit de hormona del crecimiento.

Esqueleto humano
Cuando hablamos de salud ósea la asociamos directamente al calcio pues es lo que se nos ha “vendido” siempre. El problema es que sin unos niveles adecuados de vitamina D y K, este calcio no será llevado a los huesos y podrá depositarse en cualquier parte (sobretodo las dosis altas), generando problemas cardiovasculares o renales (litiasis). Ya vimos aquí los problemas de dar dosis altas de calcio.

En cuanto a su utilidad como suplemento para tratar problemas óseos como la osteoporosis, este estudio indicó que no es útil para tratar la osteoporosis asociada al tratamiento con corticoides en pacientes con enfermedades autoinmunes.

Se pueden usar suplementos para aumentar la carboxilación de la osteocalcina incrementando así su actividad. Aunque esto sucede, no nos aclara si eso implica una mayor densidad ósea o una prevención de los problemas óseos (estudio). Por suerte, un metaanálisis si parece confirmar que en mujeres postmenopausicas con osteoporosis, la toma de vit k2 supone una mejora en la densidad mineral ósea y la prevención de fracturas (metaanálisis).

Generalmente los estudios se efectúan en mujeres postmenopáusicas y miden si la ingesta de suplemntos de vitamina K es o no efectiva para prevenir o tratar la osteoporosis. Me parece más lógico intentar mantener unos niveles altos de vitamina K con la alimentación y con una microbiota saludable durante la edad adulta, y no esperar a la menopausia para acordarse que hay que prevenir la osteoporosis, o que hay que tomar suplementos para evitarla.

Recordar que la mejor manera de cuidar la salud ósea es con una alimentación libre de procesados, suficientemente rica en proteína y con la realización de ejercicio físico (preferiblemente de fuerza).

En un próximo post hablaremos de la relación de la vitamina K con la salud cardiovascular y veremos que tipos de suplementos existen.



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