dimarts, 30 d’agost del 2016

LUPUS ERITEMATOSO Y MEDICINA NATURAL


Aquí tenemos otra enfermedad crónica autoinmune que puede verse mejorada con medicina natural. Tenemos tres tipos de LE:

1.-LED: discoide o dérmico: sólo afecta a la piel.


2.-LES: sistémico: afecta a cualquier órgano, aunque puede afectar sólo a piel y articulaciones.


3.-Lupus secundario a medicamentos: similar al anterior y provocado por la ingesta de determinados medicamentos. Los más frecuentes hidralazina y procainamida. Los síntomas disminuyen al dejar el fármaco.


Es una enfermedad polifactorial con predominancia femenina, empeorada por la elevación de estrógenos y relacionada con genes HLA-DR3 y DR2. Frecuentemente encontramos el estrés como desencadenante.


Epstein Barr virus

Hay una relación entre el lupus y la infección por el virus de Epstein Barr ya que se han encontrado anticuerpos contra el virus, y ADN viral, en mayor proporción en el 99% de los pacientes, comparados con el grupo de control.

En esta enfermedad los autoanticuerpos son los antinucleares (contra la parte de la célula llamada núcleo, que es donde se encuentra el material genético), anti ADN de doble cadena (o sea, contra el propio material genético). Estos permiten emitir un pronóstico, ya que cuando disminuyen la enfermedad mejora, y a la inversa. Otros anticuerpos son los anticuerpos anti Sm (presentes en el 30% de pacientes), antierotricitarios, antiplaquetarios, factor reumatoide y antifosfolípidos.


El fenómeno dominante sería la activación de linfocitos B que sintetizarían todos los anticuerpos mencionados. Esta activación de linfocitos estaría mediada por un superantigeno proveniente posiblemente de las bacterias intestinales. Se ha encontrado la presencia de anticuerpos contra Sacharomyces cerevisae (estudio)que como sabéis es la levadura con el que se hace el pan. Incluso su presencia se puede detectar años antes de la aparición de la enfermedad. Un motivo más para dejar de consumirlo. Y ya puestos, no estaría de más probar una dieta sin gluten ya que se ha encontrado una alta prevalencia de intolerancia al gluten no celíaca en pacientes con enfermedad indiferenciada del tejido conectivo (estudio).

Los niveles altos de triptófano pueden empeorar la enfermedad, así que habría que seguir una dieta baja en este aminoácido y evitar los suplementos que lo contengan. Hay que reducir el consumo de los alimentos ricos en él: huevos, lácteos, carnes, pescado, legumbres (soja principalmente al ser la más rica en proteína), frutos secos, frutas (como plátano y aguacate). Por lo tanto, centraremos el consumo de proteína a 1-1.2g / kilo de peso corporal que sería lo mínimo para no tener carencias.


Fórmula química del triptófano

Los pacientes con lupus tienden a tener niveles elevados de homocisteína, por lo que es aconsejable un suplemento de vitaminas B, especialmente B6, ácido fólico y B12.

Se ha visto niveles bajos de vitamina D en estos pacientes con presencia de anticuerpos contra ella. En un estudio realizado en niños, la suplementación con vitamina D y calcio mejoraba la enfermedad y los marcadores autoinmunes. Recordemos que la vitamina D es importante para garantizar un adecuado equilibrio del sistema inmune y evitar un exceso en la actividad de los linfocitos Th1, alterados principalmente en enfermedades autoinmunes. La complementación con vitamina D puede mejorar la enfermedad y reducir la fatiga asociada a ella (estudio).


En cuanto al posible tratamiento natural, debemos considerar el hecho de que en algunos casos es el anticuerpo el que tiene una acción directa lesiva, como los antihematies o los antifosfolípidos. En otros casos, son los complejos inmunes los que darán un depósito tisular que será seguido de una respuesta inflamatoria y ataque por el sistema inmunitario. Este es el caso de la nefropatía que afecta al 50% de los afectados por LES. En este caso no estaría de más probar con dosis altas de enzimas como papaína o bromelaína, ya que poseen la propiedad de actuar como antiinflamatorios y además pueden romper los inmunocomplejos facilitando su eliminación.

Para el tratamiento general de la enfermedad, la Homotoxicología nos ofrece la posibilidad de la reacción de asistencia inmunológica de la que ya os he hablado aquí, así como de favorecer el drenaje linfático, o actuar con estimulantes que reactiven los sistemas de autodefensa en enfermedades crónicas.



Los cereales favorecen la hiperpermeabilidad intestinal.
Hay que realizar los cambios oportunos en la dieta para favorecer una microbiota sana y evitar la Hiperpermeabilidad intestinal. De estos dos temas he hablado aquí aquí. Se trata de una patología autoinmune y como tal, puede responder a pautas alimentarias concretas como pueden ser evitar los cereales (y cualquier alimento fabricado con ellos que contenga gluten), y la leche y derivados, para evitar la Hiperpermeabilidad intestinal.

Es favorable la restricción calórica y un consumo moderado de proteínas, acompañado de una dieta rica en vitaminas y antioxidantes a base de vegetales y frutas como base de la alimentación (estudio). Otro producto a evitar son los brotes de alfalfa ya que contienen l-canavanina, un aminoácido no proteínico, que puede empeorar la enfermedad.

Hay estudios que encuentran la presencia de disbiosis en pacientes de lupus (estudio) y otros que relacionan la ingesta de polifenoles con cambios positivos en la microbiota (estudio). Así, el consumo de naranjas y manzanas podría incrementar el número de microorganismos que en el lupus se encuentran disminuidos.


Dado que las artromialgias afectan al 95% de los pacientes, éstas podrían tratarse con MSM, cúrcuma, o plantas como el harpagofito, o el Ribes nigrum. Podemos usar la también homeopatía: acidum formicum, Bryonia, Kalmia, dulcamara ... dependiendo de los síntomas que presentan las artralgias. El Cactus grandiflorus nos serviría en inflamaciones exudativas, pericarditis y serositis.

La cúrcuma nos ofrece la posibilidad de reducir la proteinuria, hematuria y presión arterial alta asociados a la nefritis que suele acompañar la enfermedad (estudio).


Otro producto natural que ha demostrado efectividad es la N-acetil cisteína. Reduce la actividad de la enfermedad al mejorar el estrés oxidativo mitocondrial reduciendo el consumo de oxígeno y bloqueando el receptor mTOR en los linfocitos T (estudio).

Puede ser interesante el uso de melatonina por su efecto inmunomodulador y antiinflamatorio, que además la hacen susceptible de mejorar varias enfermedades autoinmunes (estudio)





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