dilluns, 8 de juliol del 2019

DESINTOXICACION Y SALUD (II)



Como vimos en el post anterior (aquí) hablar de desintoxicación puede tener sentido para mejorar la salud, máxime en ciertos casos. De hecho, ya en el siglo XVI  decía Paracelso: "el ayuno es el mejor remedio, es el medico interior".

Hoy hablaremos sobre los métodos disponibles para realizar dicha "desintoxicación". Puesto que nuestro organismo dispone de los mecanismos necesarios para realizar dicha acción, se trata de no entorpecer su función y simplemente favorecerla.

Decía en el anterior post que hoy en día estamos sometidos a multitud de agentes tóxicos, algunos más evitables que otros. Día tras día acumulamos tóxicos hasta que se sobrecargan los emuntorios. Por tanto, la primera acción para ayudar a la desintoxicación es evitar la exposición a dichos tóxicos. De cajón, ¿no? Aunque no es nada sencillo porque están ubicados por doquier. 

Si tomo alguna medida para desintoxicarme pero me someto a la misma cantidad de tóxicos, los efectos van a ser poco significativos. Así, podemos empezar por un simple ayuno que reducirá los tóxicos que entran con los alimentos. Por otro lado, permitirá aumentar los procesos fisiológicos de autofagia (desintoxicación y renovación fisiológica). Durante este proceso (del que hablé aquí) se eliminan proteínas viejas o mal plegadas, se regeneran orgánulos como las mitocondrias (mitofagia), o se eliminan restos celulares o células enteras senescentes. Tambén se pueden eliminar células infectadas. 

Este proceso podemos activarlo con la realización del ayuno intermitente. También podemos hacer un ayuno de 24h a la semana. Esto permite, como he dicho, regenerar nuestras células y desintoxicarnos.

La siguiente medida para limitar tóxicos sería realizar una dieta con "comida real". Lo entrecomillo ya que el significado de lo que es comida real puede variar según el profesional que la defina. En todo caso, se trata de evitar procesados, ultraprocesados y reducir o, mejor eliminar, el consumo de cereales. Hemos hablado varias veces de como estos pueden provocar síndrome de intestino permeable (aquí) afectando negativamente la salud. Los vegetales deberían formar una parte importante de nuestra alimentación diaria ya que nos aportan fitoquímicos interesantes para la desintoxicación, a parte de ser la fuente principal de vitaminas hidrosolubles y minerales.


"zumo detox" barato
Así que cuando os hablen de un "jugo detoxificador" que hay que beber durante unos días, al mismo tiempo que solo se comen un poco de vegetales y frutas, en realidad estáis aplicando los dos puntos anteriores (y estos son gratis).

¿Como favorecer la desintoxicación?

He comentado que se trata de apoyar al organismo en el proceso. Por tanto, cualquier sustancia que estimule los emuntorios, o el aporte de nutrientes indispensables para las reacciones que tienen que llevarse a cabo, favorecerá este proceso.

El principal emuntorio desintoxicador es el hígado. A él llegan las sustancias que hay que procesar para poder ser eliminadas. Resumiendo, ya que no es el tema a tratar, diré que en él los tóxicos sufren dos tipos de reacciones. La primera convierte los tóxicos en sustancias solubles pero más reactivas. El segundo paso neutraliza estas sustancias para eliminarlas vía biliar o urinaria.

Favoreciendo la fase I de desintoxicación hepática:

Esta fase se lleva a cabo, principal pero no únicamente, por un sistema enzimático denominado en su conjunto (está formado por distintas de enzimas) como Citocromo P450. A través de él se eliminan no solo sustancias xenobióticas (tóxicos externos), sino compuestos del metabolismo como hormonas y otros. 

Dado que puede transformar el tóxico inicial en una sustancia más reactiva, el P450 es un arma de doble filo al poder incrementar el contenido de radicales libres, máxime si no funciona correctamente la fase II de desintoxicación, encargada de eliminarlos del medio celular. Puede entenderse aquí que activar la fase I me favorece una eliminación más rápida de xenobióticos, que tendrán menos tiempo para dañar el organismo, pero puedo generar demasiados radicales libres que me perjudicarán si la fase II no está activada en consecuencia.

Imaginaros que la fase I está aumentada porque tomáis cierto medicamento que induce la función de algunas de las enzimas del complejo P450. Esto hará incrementar la concentración de radicales libres y el daño celular. Esta activación ocurre por el alcohol, el tabaco, y algunos fármacos como corticoides, omeprazol, o carbamazapina entre otros. Asegurar un buen nivel antioxidante, así como un buen funcionamiento de la fase II, puede paliar dicho problema. 

Puede darse el problema contrario, tomar cierta sustancia que inhiba enzimas del P450 de manera que acumularé sustancias tóxicas que no podrán eliminarse a través de él. Esto ocurre con un numero superior de fármacos: antidepresivos, antibióticos, antiácidos, antiviricos, antihipertensivos...



Algunos antidepresivos pueden dañar el higado

Un ejemplo del problema que todo esto representa son las interacciones medicamentosas. Al inhibir o activar la actividad del P450 por un fármaco, se altera la biodisponibilidad de otro fármaco, ya sea por exceso (aparición de efectos tóxicos) o por defecto (reducción de la actividad del segundo fármaco). Así, por ejemplo, se aumenta el riesgo de toxicidad por alprazolam, diazepan, olanzapina, carbamazepina, etc, con el uso concomitante del antidepresivo fluvoxamina, ya que esta es inhibidora de ciertos enzimas del P450 necesarias para metabolizar a los primeros.

¿Como activar la fase I?

Este sistema enzimático precisa de cofactores para poder actuar correctamente. Un cofactor es una sustancia (generalmente vitamina o mineral) necesaria para la correcta funcionalidad del enzima. Sin la presencia de este, la enzima no puede realizar su función. Los cofactores para el P450 son, entre otros las vitaminas B1,B2,B3,B5,B9,B12, colina y minerales como hierro, zinc, magnesio o molibdeno. Por lo tanto, un déficit o subdéficit de alguno de ellos implicará una reducción en su actividad.

Dado que la actividad del P450 genera sustancias reactivas (aunque serán inactivadas por la fase II) es lógico pensar en disponer de un buen arsenal antioxidante para hacer frente a la formación de radicales libres durante el proceso. De ahí la importancia del consumo de vegetales y frutas en abundancia, que además aportarán los cofactores necesarios para el proceso. Intervienen aquí las vitaminas E y C, el selenio, carotenoides como el betacaroteno, el licopeno, la astaxantina, o los compuestos azufrados (como los de las crucíferas).

A través de la alimentación podemos activar esta fase con crucíferas, el ajo, o los bioflavonoides de cítricos, entre otros.

También encontramos sustancias de uso habitual que inhiben el P450:

El consumo excesivo de azúcar y las grasas parcialmente hidrogenadas inhiben esta fase. La naringerina del zumo de pomelo, la capsaicina de la cayena, la quercetina de las cebollas y la cúrcuma ( aunque lo interesante de esta es que al mismo tiempo activa la fase II).


La curcumina de la cúrcuma tiene propiedades hepatoprotectoras


La edad avanzada y la falta de ejercicio físico afectan negativamente a esta fase de desintoxicación.

Favoreciendo la fase II de desintoxicación hepática:

Durante esta fase, los productos reactivos formados en la primera fase se someten a un proceso de conjugación que les hace hidrosolubles permitiendo su eliminación. Se dan seis tipos de conjugación según la sustancia a la que se unen: conjugación con glutatión, con aminoácidos, sulfatación, metilación, acetilación y glucoronidación (con ácido glucorónico).

Los compuestos necesarios para un buen nivel de fase II serian: vitaminas B1, B5, B6, B9, B12, vit C, selenio, zinc, molibdeno, colina, taurina, metionina, cisteina, glicina, taurina, n-acetilcisteina...Por tanto, sus bajos niveles la dificultan, y suministrarlos la favorecen.

Varios alimentos y plantas han demostrado que pueden activar la fase II: crucíferas, te verde, cúrcuma, diente de león, romero, ajo, Cardo mariano, arándanos, espárragos, berro, remolacha roja, o papaya, entre otros.

Las dietas pobres en proteínas dificultan un buen funcionamiento de esta fase ya que ciertos aminoácidos se precisan para conjugarse con el tóxico, o para formar glutatión. El suplemento de proteína de suero de leche o de NAC (n acetilcisteina) favorecen la formación de glutatión (importante también para evitar la oxidación a nivel mitocondrial).

Aviso sobre la tartrazina

Un dato: el colorante tartrazina inhibe la conjugación con sulfato. Esta reacción se encarga de la eliminación de hormonas, y neurotransmisores como dopamina, adrenalina, y noradrenalina. El resultado ya os lo podéis imaginar: alteración del comportamiento en niños. Incluso en algunos alimentos que lo contienen, lo advierten en la etiqueta. Este efecto se ve favorecido si al mismo tiempo se consumen alimentos que contengan el aditivo benzoato o sus derivados (estudio). Eso si, no seamos quimiofóbicos que no es científico...

Consejos finales...

El cuidado del hígado es una parte importante en el mantenimiento de la salud. 

En caso de tomar sustancias que sean hepatotóxicas es aconsejable el uso de la planta Cardo mariano que, por su contenido en silimarina, ofrece actividad antioxidante, protección hepatocelular, y regeneración de células hepáticas dañadas. También puede usarse Desmodium.

En caso de fumar lo ideal seria dejarlo. Si lo has intentado mil veces y no lo consigues, dos consejos: cambia el método para dejarlo, y palia sus efectos estimulando la fase II (ya que el tabaco induce la fase I). En este caso podemos usar por ejemplo quercetina, que reduce la fase I (en realidad reduce algunos enzimas y acelera otros ) y aumenta la fase II. La quercetina ha demostrado reducir el riesgo de cáncer de pulmón en fumadores (estudio). Otro producto recomendable es la cúrcuma. Esta protege al hígado de procesos oxidativos  como los producidos por el alcohol. Está contraindicada en obstrucción biliar. Para poner un ejemplo más, el Diente de león también reduce la fase I y estimula la II. Desaconsejada en presencia de cálculos biliares.

Si tienes hígado graso, la lecitina de soja contiene colina que evita el depósito de grasa en él. La colina se necesita para la síntesis del neurotransmisor acetilcolina, implicado en el aprendizaje y la memoria.

Ya vale por hoy, dejo para una tercera parte (estoy con las trilogías que no paro) como favorecer la función del resto de emuntorios.




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