dissabte, 4 de juny del 2016

ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL(MII) Y MEDICINA NATURAL



Hablamos aquí de la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. En ellas se mezclan genes de susceptibilidad y factores medioambientales, de los que la dieta es el principal promotor. Como vimos en el post sobre la psoriasis, desde el punto de vista de la alimentación, se trata de una patología de eliminación. Desde el punto de vista convencional vemos que se presenta también una alteración del sistema inmunitario.

Hay estudios que han podido demostrar mejora de la enfermedad con la simple toma de placebo, dando remisiones en la evolución de la enfermedad superior al tratamiento. Asimismo, cuando el experimento se hizo con pacientes que previamente no habían tomado corticoides, el porcentaje de pacientes que obtenían remisión, así como la duración de la misma, incrementaban. Ante estos estudios, cabría preguntarse cuál sería la mejor manera de iniciar el tratamiento de un Crohn que empieza a manifestarse.

En estas patologías encontramos generalmente un alto nivel de hiperpermeabilidad intestinal, y carencias nutricionales por malabsorción que a su tiempo dificultan su propia regeneración. Se ha identificado disbiosis  en enfermos de EII, donde hay menor diversidad de especies, mayor número de patógenos, y una disminución en bacterias formadoras de butirato. Una de estas bacterias es el Faecalibacterium prausnitzii, importante productora de butirato y que es la más abundante en un intestino grueso sano. Es mucoprotectora y muconutritiva. Por el contrario, las bifidobacterias y lactobacilos, tan importantes para una flora sana, se encuentran incrementados en la fase activa de la enfermedad inflamatoria al mismo tiempo que la disminución de las formadoras de butirato (estudio) . Parece lógico aumentar la presencia de estas últimas para mejorar la enfermedad en fase activa. Por tanto, conviene una dieta con fibras hidrosolubles y resistentes (como la fécula de patata) que permitan el crecimiento de las bacterias que forman butirato. Interesante el uso de FOS (fructooligosacáridos), de los que se alimenta la microbiota bifidógena dando un incremento de ésta (por lo tanto no dar en fase activa), y formando ácidos grasos de cadena corta que son cicatrizantes del intestino.

La importancia del butirato en este caso radica en su capacidad para actuar sobre los genes de linfocitos inmaduros para transformarlos en linfocitos Treg, que mejoran la patología al reducir la respuesta inflamtoria (estudio).

En esta enfermedad (y en otras autoinmunitarias) se ha encontrado la presencia de anticuerpos contra Sacharomyces cerevisae, que como bien sabéis es la levadura con la que se hace el pan. Sus niveles parecen estar relacionados con la gravedad de la enfermedad (estudio).

Saccharomyces cerevisiae

Como en todas las patologías crónicas donde existe un estado inflamatorio tenemos un nivel alto de oxidación, y este podría ser mediador en la patogenia de la enfermedad. Así, se ha observado que la administración de hierro en estos pacientes que presentan anemia, se acompaña de agravación de la diarrea, dolor abdominal y vómitos, acompañados por una disminución de la capacidad antioxidante del plasma. Es decir, que el proceso oxidativo propicia la inflamación y el daño sobre el intestino (estudio).  Parece lógica la administración de antioxidantes en esta enfermedad. Así, por ejemplo, se ha visto en experimentos con ratas que la administración de resveratrol provoca una mejora en la colitis ulcerosa inducida en ellas (estudio).

Como en los otros casos de enfermedades crónicas que hemos visto, hay que seguir una dieta exenta de trigo y en general de cualquier cereal con gluten, y eliminar la leche y derivados (aunque quizás podríamos tolerar los productos de la cabra). Así, haremos una dieta rica en pescado (principalmente azul), cereales sin gluten (quinoa, mijo, trigo sarraceno), legumbres, frutas, verduras y hortalizas, frutos secos, y baja en carne. Eliminaremos también azúcares, chocolate, bollería, picantes, grasas trans ...

Otra posibilidad es seguir una dieta paleo que seria, resumidamente, como la anterior eliminado las legumbres y aumentando el consumo de carne. Podéis leer sobre ella aquí.

Sería conveniente tomar enzimas digestivas durante las comidas para evitar en lo posible que quedaran proteínas sin digerir, y evitar así la activación del sistema inmunitario.

Hay dietas más restrictivas como la "dieta de carbohidratos específica" en la que también se eliminan de entrada el arroz, las patatas y las legumbres. La fruta debe ser madura. Se permiten los quesos naturales. Esta dieta se ha visto que puede mejorar los parámetros clínicos y de laboratorio en pacientes pediátricos con enfermedad de Crohn (estudio). Evidentemente, frente una determinada dieta, cada persona acabará con el tiempo sabiendo que le conviene o no. Ahora bien, la cuestión del gluten es crucial ya que es el principal Inflamador del intestino, y sin dejarlo se complica la posibilidad de remisión.


Enfermedad de Crohn

Se ha visto que la enfermedad mejora con el ayuno, o el semiayuno (incluso con nutrición parenteral). Esto nos demuestra la relación entre alergias / intolerancias alimentarias-digestión-sistema inmunitario. Hay diferentes estudios, como éste,  que encuentran una relación entre la ingesta de ciertos componentes de la dieta y la aparición de la enfermedad. Es pues evidente, que la alimentación juega un papel importante en la aparición (o mantenimiento) de este proceso.

Cuando se está en brote agudo, sería recomendable, por ejemplo, alimentación a base de jugo de zanahoria y manzana durante 24-48 horas. Añadir Glutamina a este jugo, ya que posee un efecto cicatrizante sobre el intestino. Posteriormente, sería aconsejable ir introduciendo los alimentos por grupos alimentarios y de manera rotatoria. Es un poco molesto, pero nos puede permitir descubrir qué alimentos no nos convienen.

Se habla mucho de si la fibra va bien o no en estos casos. Se ha visto que el aumento en el consumo de fibra produce una evolución favorable (estudio). El hecho de incluir un tipo de fibra u otro dependerá de si la enfermedad está en fase activa o no. La ingesta de suplementos de fibra pueden alargar las remisiones y reducir las lesiones intestinales de estas enfermedades (estudio) . Estos efectos beneficiosos se deberían a la formación de ácidos grasos de cadena corta como el butirato. Sólo habría que evitar los suplementos de fibra en casos de estenosis intestinal. En este caso, es preferible predigerir la fibra hirviéndola o haciendo  purés.

Debido a la inflamación del intestino y las diarreas, puede haber déficit en algún nutriente. Los afectados principalmente son el Zinc, el ácido fólico y la vitamina B12. Parece lógico una complementación a base de vitaminas y minerales, aunque no haya síntomas por carencia. También es interesante la complementación con polifenoles o alimentos ricos en ellos ya que han demostrado reducir las citoquinas inflamatorias en las EII.

Habrá que añadir suplementos como bacterias intestinales, (en colitis ulcerosa principalmente, aunque no parecen ofrecer ninguna ventaja en la enfermedad de Crohn (estudio) , hay otros que hablan de la efectividad de F.prausnitzii (estudio). También un multivitamínico y mineral para cubrir los déficits comentados, y glutamina que permitirá regenerar el epitelio intestinal reduciendo la Hiperpermeabilidad.

En la mucosa intestinal de estos pacientes está aumentada la concentración de prostaglandinas, implicadas en la inflamación. Es precisamente para reducir la concentración de estas sustancias, que se aconseja la dieta que he mencionado antes. Es conveniente la toma de ácidos grasos esenciales (EPA y DHA, que son los omega 3), y de GLA, ya que ayudan a disminuir la síntesis de prostaglandinas inflamatorias, favoreciendo la síntesis de prostaglandinas antiinflamatorias, y ayudan a la cicatrización del intestino. Hay revisiones científicas donde se habla del efecto positivo sobre  las remisiones de la enfermedad (estudio), y otros (estudio) los relacionan con una menor incidencia de la patología.

Del mismo modo que en la esclerosis múltiple, en las EII también se ha probado el uso de la infestación del paciente con huevos de Trichuris suis; un gusano que infecta a los cerdos, a fin de controlar el sistema inmunitario y la inflamación en esta patología, tal y como podemos leer en este estudio. El mecanismo de acción vendría modulado por la capacidad de los helmintos de estimular la producción de linfocitos Th2. Dado que es una enfermedad en la que hay un exceso de actividad linfocitos Th1, se daría así un equilibrio entre las dos poblaciones de linfocitos. Este efecto se puede conseguir también con medicina natural a través de la homotoxicología (técnica terapéutica de la que había hablado aquí.)

Por último un consejo: toma curcumina, como podemos leer aquí, su efecto antiinflamatorio mantiene la enfermedad inflamatoria intestinal en remisión durante más tiempo, y además puede ayudar a su tratamiento.



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