Me faltaba por comentar el tratamiento de la artrosis con homeopatía y homotoxicología. Recuerdo, como dije en el post artrosis I, que difícilmente vamos a regenerar una articulación muy desgastada con homeopatía, aunque si nos ayudará a reducir el dolor, reducir la inflamación y frenar su avance. Esto último, se ve favorecido por la reducción en el consumo de antiinflamatorios convencionales que presentan el inconveniente; a parte de sus graves efectos secundarios, de impedir la regeneración del cartílago. De hecho, hay un estudio que demuestra que no dar antiinflamatorios para la artrosis, es más beneficioso que darlos.
Para el tratamiento homeopático utilizaremos
aquellos productos que presentan organotropismo por articulaciones, o
que en su patogenesia (conjunto de síntomas que provocan en la experimentación)
contienen síntomas relacionados con el dolor que sean similares a los que
siente el paciente.
Con tropismo sobre el cartílago
encontramos, por ejemplo, productos como:
- Kalium carbonicum: acción selectiva sobre
lumbares, articulaciones coxofemoral y rodillas.
- Causticum: principalmente sobre columna cervical y
dorso lumbar, con dolores acompañados de retracciones tendinosas y
contracturas musculares.
Como remedios sintomáticos podemos
usar:
- Rhus toxicodendrom: se
agrava con el reposo, los primeros movimientos y la humedad. Mejora con el
movimiento continuo. Como aquel que dice, sería sistemático en casi
cualquier caso.
- Bryonia: mejora con el reposo y durante el día, para
empeorar la tarde.
- Ledum palustre: dolor de rodillas y
reumatismos que van de abajo arriba; con articulaciones hinchadas, calientes,
que se agravan con el movimiento, con el calor y por la noche. Mejora con
el reposo y el frío.
- Dulcamara: dolores articulares provocados o mantenidos por el frío húmedo. Se agrava con el reposo y con el movimiento.
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Solanum dulcamara |
- Caulophyllum: dolor en pequeñas
articulaciones, intermitente, que cambia de lugar.
- Viola odorata: dolor en las muñecas y
metacarpianos que puede irradiar al brazo, y que empeora por la mañana
antes de levantarse.
- Actea racemosa: en artrosis cervical que
asocia rigidez para contractura de los músculos cervicales. El dolor se
agrava con el frío y con la menstruación. Mejoran con el calor.
Estos remedios se tomarán a dosis
bajas (máximo 9CH) de una a tres veces por día dependiendo
de la gravedad de los síntomas, de la capacidad de reacción del paciente, y de
la similitud que éste presente con el remedio (aunque en general un 7CH podría
funcionar).
También podemos usar diferentes remedios
atendiendo a la articulación afectada. Por ejemplo, cuando la artrosis afecta a
la muñeca y la mano:
- Viola odorata: acción sobre carpo y
metacarpianos.
- Actea spicata: artrosis interfalángica
con sensación de debilidad en las manos.
- Hedeoma: rizartrosis del pulgar.
Estos
remedios se usan a bajas diluciones: 5CH o 7 CH, un par de veces al día.
No hay que olvidar que este tratamiento
sintomático debería ir acompañado del tratamiento de fondo específico de cada
paciente.
En cuanto al tratamiento con Homotoxicología,
nos centraríamos en el efecto antiinflamatorio de traumel-S, y
en el regulador del metabolismo articular Zeel-T. Este nos permite
llevar a cabo a la vez la reacción de asistencia inmunológica (de la que he
hablado en el post "Homotoxicologia") , y un efecto
antiinflamatorio y regulador del metabolismo del cartílago. Además, podemos
también ejercer efecto sintomático: bryaconel para el dolor,
o Kalmia compositum cuando se afectan tendones y periostio. El
nosode Medorrhinum nos permite tratar el dolor de artrosis en
general, y de pequeñas articulaciones en particular.
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