divendres, 4 de març del 2016

ARTROSIS Y MEDICINA NATURAL


A diferencia de la artritis, en la artrosis (o osteoartritis) no se da la degeneración del cartílago por ataque del sistema inmunológico, sino por mecanismos mecánicos y fisiológicos (acción de enzimas proteolíticas).

Como siempre es mejor prevenir que curar, debemos tener en cuenta los factores que favorecen la aparición de la artrosis:

  • Sobrepeso: evidentemente, soportar un peso más elevado implica un desgaste más acentuado de las articulaciones, y por tanto, más probabilidades de padecerla.
  • Golpes y lesiones: los deportistas de élite tienen más tendencia al desarrollo de artritis.
  • Exceso de uso: también en deportistas, o en trabajos en los que intervenga una articulación repetidamente (pintores, albañiles ...)
  • Sobrecarga: por problemas físicos como una pierna más larga, o problemas en un pie que hacen que dé más apoyo en el otro, etc ..
  • Herencia: aunque parece haber un componente genético, todavía no está claro cuál es.
Desde el punto de vista de la alimentación estaríamos ante una patología por ensuciamiento que implicaría un mal funcionamiento de los condrocitos (células encargadas de la síntesis del cartílago). Por tanto, en cuanto al tratamiento, empezaremos como siempre modificando la dieta, por lo que dificultamos el paso y la generación de sustancias que provoquen dicho ensuciamiento: eliminar cereales con gluten, leche y derivados.

Hay que tratar la posible presencia de síndrome de intestino permeable de la que ya hemos hablado aquí. Reducir (o mejor eliminar) el consumo de solanáceas (tomate, patata, pimiento, berenjena) ya que contienen un alcaloide llamado solanina que impide la regeneración del cartílago.



Gonartrosis (artrosis de rodilla)

Dependiendo del grado de afectación nos inclinaremos por una técnica u otra para tratarla. Así, en los casos iniciales en que se descubra una artrosis incipiente en unas radiografías hechas por otros motivos, o incluso a partir de una cierta edad y como preventivo, me inclino por usar homeopatía o Homotoxicología, a las que añadiría antocianidinas para estabilizar el colágeno.

Cuando ya aparece dolor, y la pérdida de cartílago se hace más evidente, creo que es preferible añadir terapia ortomolecular al tratamiento para favorecer la regeneración y tratar el dolor, aunque éste se puede tratar también con homeopatía.

Con terapia ortomolecular y fitoterapia podemos utilizar diferentes productos:



Withania somnifera: 

Estabilitza el colágeno evitando su degradación (estudio), al tiempo que es una planta que reduce el cortisol (que tiene efecto catabólico).


Condroitina sulfato: es el constituyente principal del cartílago, donde da estructura a éste. Promueve la regeneración del cartílago y la curación del hueso. Tiene efecto antiinflamatorio e inhibe la acción de algunas enzimas destructoras de cartílago. Se puede tomar tres meses y descansar dos, donde se sigue notando su efecto. Podemos encontrar estudios a favor y en contra de su uso cuando se mide su capacidad para reducir el dolor. Un estudio interesante es este, donde las nuevas tecnologías permiten demostrar que la asociación de condroitina con glucosamina implica una variación en los niveles de síntesis de 36 proteínas del cartílago respecto al uso de placebo. Concluyen los autores que la mezcla tiene efecto sobre el metabolismo del cartílago y su uso como antiinflamatorio y anticatabólico (reducen la pérdida de cartílago). La limitación principal es que se trata de un estudio "in vitro".


Glucosamina: interviene en la formación, entre otros, de tejidos como tendones, ligamentos, hueso y cartílago. Estimula la síntesis de proteoglicanos, que forman el 40% de la matriz del cartílago (el otro 60% es colágeno). Tiene efecto antiinflamatorio y promueve la incorporación del azufre en el cartílago. Para algunos autores y estudios no es más que placebo.


Colágeno tipo II hidrolizado: tiene un excelente índice de absorción, y promueve la síntesis de nuovo de colágeno en la matriz del cartílago.


Antocianidinas: favorecen la síntesis de colágeno y mucopolisacáridos. Tienen además efecto antioxidante y antiinflamatorio.


Cúrcuma: esta planta contiene un alcaloide (curcumina), que es el responsable de su efecto antiinflamatorio. Tiene efecto también disminuyendo las enzimas que destruyen el colágeno. Está contraindicada en caso de obstrucción de las vías biliares.




Raiz de cúrcuma

Vitamina C: un efecto poco conocido de esta vitamina es el de favorecer una correcta formación de colágeno, y la de proteger y aumentar la formación de cartílago. Posee efectos sinérgicos con la vitamina E. En general los antioxidantes se presuponen beneficiosos para prevenir y evitar la progresión de la artrosis (estudio).

MSM: nos interesa por su efecto antiinflamatorio y también por su contenido en azufre, un elemento clave para la condroitina sulfato, que es una molécula que aporta elasticidad al cartílago.


Ácidos grasos cetilados: igual que los antiinflamatorios no esteroides, reducen la inflamación al disminuir las prostaglandinas inflamatorias, pero sin actuar de la misma manera y por tanto, sin sus efectos secundarios. Proporcionan movilidad al lubricar la articulación.


Bromelina: esta enzima debe tomarse separado de las comidas para obtener un efecto antiinflamatorio y antiedematoso. Combinada con cúrcuma, favorece la absorción de ésta.


Vitamina D: provoca mejoras en el cartílago y reducción del dolor.


DLfenilalanina: es un aminoácido útil para tratar el dolor ya que permite incrementar el nivel de endorfinas a nivel cerebral.


Alicina: este compuesto proveniente del ajo mejora la artrosis al reducir los niveles de factores inflamatorios como el factor de transcripción nuclear kappa B (FNkB) (Estudio).


Dado que el uso de antiinflamatorios no esteroides empeora el cuadro a la larga al no permitir la regeneración del cartílago, podemos usar Harpagofito procumbens que nos proporcionará un efecto similar sin interferir con el metabolismo del cartílago.


El Ribes nigrum en yemoteràpia presenta efecto antiinflamatorio para favorecer la síntesis de cortisona por parte del riñón. Es un estimulador suprarrenal. También en yemoteràpia, el Pinus montana tiene un efecto regenerante de huesos y cartílagos.


Como ves, las posibilidades son variadas, pero hay que tomar los productos el tiempo suficiente para dejar que puedan realizar sus efectos, sobre todo los que trabajan sobre la estructura del cartílago. Entre 3-6 meses dependiendo del producto.


Dejo para otro post, su tratamiento con Homotoxicología, Oligoterapia y homeopatía.




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