dilluns, 14 de desembre del 2015

ASMA Y MEDICINA NATURAL


Desde el punto de vista de enfermedad relacionada con la alimentación encontramos que se debería a un proceso de eliminación. Como ya hemos hablado en otras ocasiones, se trataría del intento del cuerpo en eliminar, en este caso a través del tejido pulmonar, la acumulación de moléculas provenientes de bacterias intestinales o alimentos mal digeridos. De hecho, los cambios alimentarios ya provocan una mejora en el asma.


El asma puede ser intrínseca o extrínseca. En la primera no se encuentran alérgenos desencadenantes de la misma. Es más frecuente en mujeres y se suele relacionar el primer episodio con una infección bronquial. La segunda se debe a sustancias externas (o internas) que hacen de alérgenos (como las heces de los ácaros). Es más frecuente en niños y jóvenes y suele encontrarse una historia familiar de atopia.


Las heces de los ácaros són alérgenos.

También se ha visto una relación entre el asma infantil y la genética ya que las variaciones en un determinado gen llamado ORMDL3 incrementan en un 70% las posibilidades de padecerla.

En su génesis podría estar implicado el excesivo uso de higiene y falta de contacto con infecciones, ya que las infecciones favorecen un estado TH1 (un tipo de linfocitos) que se mantendrá en equilibrio con el TH2 (otro tipo de linfocitos). Al no favorecerse estos TH1, la balanza se inclinaría durante el desarrollo hacia el TH2. El predominio de estos últimos implica un predominio de sus citoquinas. Estas citoquinas (hormonas secretadas por los linfocitos) son proinflamatorias y contribuyen al daño e inflamación observados en el asma.


También puede haber un error en el metabolismo del triptófano de modo que hay un incremento de serotonina en sangre y esputo, provocando broncoconstricción. Esta también la provocan la histamina y el factor activador de plaquetas (ambos regulables con medicina natural).


Hay un tipo de asma que se produce sólo por ejercicio, es el llamado asma de esfuerzo.

De entre las causas que pueden generar asma:


1-Alergias alimentarias: el problema de estas es que pueden desencadenar efectos inmediatos o reacciones tardías. Sería conveniente hacer una analítica de intolerancia a los alimentos a los pacientes con asma, sobre todo si les cuesta reaccionar a los tratamientos, o hacer una dieta rotatoria para descartar alimentos que empeoran el cuadro.


2-Alergia al polen, polvo, pelo de animales ...



La saliva i la orina del perro también son alérgenos

3-hipoclorhidria: un nivel bajo de ácido estomacal puede llevar a síndrome de intestino permeable favoreciendo el paso de sustancias que podrían dar alergias alimentarias, incrementando la carga de antígenos que pueden perturbar el sistema inmunitario, o bien que podrían tener los pulmones como vía de salida.

4-Defecto en el metabolismo del triptófano (un aminoácido), por lo que presentan un incremento de serotonina en sangre y esputo, lo que puede dar constricción de las vías respiratorias. La leche, además de mucògena, contiene una elevada cantidad de triptófano. Un motivo más para retirar la leche de la dieta en este caso.



Es importante la microbiota de la madre. Si ésta presenta disbiosis (alteraciones en la composición cuantitativa y cualitativa de la flora con presencia de más especies patógenas) se favorece la aparición de enfermedades en los recién nacidos.  Así, la toma de antibióticos en mujeres embarazadas está relacionada con la aparición de asma en sus hijos (estudio).  Incluso si diferenciamos entre nacimiento por parto natural o mediante cesárea, vemos que se provocan alteraciones en la microbiota del recién nacido que favorecerán la aparición de alérgias, y entre ellas las rinitis y el asma  (estudio).

Normalmente los niños con asma son tratados por la medicina convencional ya que estamos hablando de una enfermedad que mal controlada puede conllevar serios problemas para ellos. Sólo cuando los padres ven que el niño se ve inmerso en una espiral de medicamentos administrados crónicamente, sin una mejora patente y duradera, acuden a la medicina natural. A pesar de comenzar un tratamiento alternativo, NUNCA se debe abandonar el tratamiento convencional sin un adecuado control del niño, siempre con extrema lentitud, y bajo la supervisión del médico que lo lleva.

Comenzaremos el tratamiento variando la alimentación: eliminaremos el gluten por los problemas de inflamación intestinal que provoca. Dejamos la leche y derivados. No hay que tener miedo a retirar la leche a los niños, no es verdad que vayan a tener un déficit de calcio cuando se suministran suficientes vegetales de hoja verde, legumbres y frutos secos.


Trataremos el intestino para mejorar la microbiota y la permeabilidad, evitando así la acumulación de sustancias y favoreciendo la digestión.





A nivel nutricional se ha visto que los niveles bajos de vitamina D implican un peor control del asma (detalle). Un nivel óptimo serviría como preventivo y tratamiento del asma, así como preventivo de las infecciones respiratorias en estos pacientes (estudio)


Incluso la administración de vitamina D en embarazadas prevendría hasta un 40% la aparición de asma en niños de 3-5 años. El papel de la vitamina D estaría en inhibir ciertas citoquinas secretadas por los linfocitos Th2 y estimulando la secreción de interleucina 10, que tiene propiedades antiinflamatorias. Y ¿quien incrementa también los niveles de interleucina 10? Nuestros amigos lactobacilos y Bifidus. Por otro lado la vit.D actúa también sobre la población de linfocitos Th17 reduciendo la interleucina 17 que es proinflamatoria y está asociada a un asma más grave.



Un estudio del año 2013 demostró que en niños con asma los niveles de ciertos antioxidantes estaban disminuidos. A pesar de que la administración de antioxidantes puede ser positiva en el manejo del asmase cree que pueden favorecer su aparición ya que al suprimir la formación de citoquinas Th1 (por ejemplo con resveratrol o catequinas del té verde), estaríamos favoreciendo la formación de un estado Th2 que es lo que encontramos en las enfermedades alérgicas como el asma (estudio).

Por otro lado son buenas opciones  la vitamina C y los compuestos que incrementan los antioxidantes naturales a nivel pulmonar. Entre estos compuestos encontramos el sulforofano presente en las crucíferas como el brócoli. Este compuesto es capaz de incrementar la síntesis de los llamados "enzimas de fase II" que controlan el estrés oxidativo al ser capaces de actuar sobre los radicales libres. En definitiva, que comer crucíferas es también beneficioso para el tratamiento del asma.

En una próxima entrada veremos el tratamiento con ortomolecular y otras técnicas para tratar de eliminar la sintomatología del asma ayudando al cuerpo a recuperar el equilibrio.


 

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