divendres, 20 de novembre del 2015

DIABETIS TIPO II Y MEDICINA NATURAL (II)


En este segundo post dedicado a la diabetes tipo II (aquí puedes leer el primero) te hablaré de cómo prevenir y tratar los problemas patológicos asociados a la enfermedad.

La presencia de diabetes (principalmente tipo 1 o insulinodependiente), provoca que a la larga se sufran alteraciones vasculares causadas por los altos niveles de azúcar en sangre. De ahí, la importancia de mantener los niveles de glucosa siempre controlados dentro de unos límites.

Estos problemas se dividen en microvasculares o macrovasculares dependiendo de si afectan pequeños vasos sanguíneos o vasos más grandes. Nos darán problemas como:
  • Retinopatía diabética: por rotura de pequeños vasos o por formación de vasos nuevos, que implicarán una pérdida progresiva de visión.
  • Neuropatía diabética: por afectación de los vasos sanguíneos que nutren los nervios. Nos provocará dolor, pérdida de sensibilidad o pérdida de fuerza. También hipotensión postural, vejiga neurógena (con retención de orina), o incontinencia urinaria o fecal.
  • Nefropatía diabética: que causa hipertensión, proteinuria (eliminación de proteínas por orina), y finalmente insuficiencia renal.
  • Enfermedad macrovascular: se encuentra acelerada en los pacientes diabéticos, favoreciendo la enfermedad coronaria, el ictus y el infarto de miocardio.
  • Impotencia: puede obedecer a una alteración vascular o neuropatía
Enfermedad macrovascular

Todos estos problemas vasculares se dan principalmente porque los altos niveles de glucosa en sangre mantenidos, producen una glicosilación de las proteínas de las membranas celulares (es decir, el azúcar se une a las proteínas). La glicosilación del colágeno nos conduce a aumentar la rigidez de la pared arterial, o a aumentar el espesor de la pared capilar haciéndola más permeable. Por tanto, una vía de prevención estará en evitar o disminuir esta glicosilación de proteínas.

La primera línea de prevención es la alimentación y el ejercicio físico. Ya te hablé de esto en el primer post. Insisto: las recomendaciones oficiales no son la mejor manera de mantener unos niveles de glucosa adecuados y prevenir los problemas cardiovasculares asociados. Las dietas bajas en hidratos de carbono se han mostrado más efectivas tanto para reducir peso (generalmente hay sobrepeso en diabéticos tipo II) como para reducir los parámetros de riesgo cardiovascular (estudio).


Una dieta hipocalórica controlada en carbohidratos, donde estos son de índice glucémico bajo (este índice mide la cantidad y velocidad de glucosa que absorbemos de un alimento), es más efectiva en reducir peso y controlar niveles de glucosa e insulina que una dieta hipocalórica baja en grasa pero con hidratos de carbono de índice glicémico elevado (estudio). Aún así, recordar que las dietas hipocalóricas no son la mejor manera para perder peso a largo plazo y mantenerlo. Hablamos de ello aquí.


Se ha observado que antes de que aparezca un nivel de glucosa alta en sangre en ayunas ya existe hiperinsulinemia. Es decir, ya hay resis
tencia a la acción de la insulina, de manera que esta se secreta en más cantidad para mantener la glucosa en niveles normales después de una comida. Los niveles altos de insulina provocan más resistencia a la insulina, y más incremento de peso que a su vez dará mayor resistencia a la insulina creando un círculo vicioso del que difícilmente se saldrá sino se reduce la ingesta de hidratos de carbono.

Por tanto, cuando a un paciente mal controlado se le recomienda el uso de insulina estaremos acelerando el circulo vicioso comentado. Usar más insulina no mejora la resistencia a su acción. En un inicio forzará a entrar más glucosa reduciendo su nivel en sangre, pero favorecerá el incremento de peso que reducirá de nuevo la sensibilidad a la insulina.


TRATAMIENTO NATURAL PREVENTIVO

Como vimos en la primera parte, el tratamiento inicial debería basarse exclusivamente en dieta baja en hidratos de carbono, y realización de ejercicio físico (HIIT y trabajo de fuerza). Algunos suplementos pueden ayudarnos a prevenir problemas, o a reducir los problemas asociados cuando ya han aparecido:

Ácido alfalipóico: es un antioxidante que además de mejorar la respuesta a la insulina, mejora la microcirculación. Es un potente protector de la neuropatía (estudio) y antiaterogénico por su efecto reductor de los niveles de triglicéridos.


La cebolla es rica en Quercetina
Quercetina: este flavonoide natural posee actividad antihistamínica (útil en alergias) y es inhibidor de una enzima denominada aldolasa reductasa, lo que la convierte en útil para tratar y prevenir la retinopatía, la neuropatía y la nefropatía diabéticas. Es un potente inhibidor de la glicosilación (estudio) y por tanto previene las complicaciones comentadas.

Ginkgo biloba: esta planta permite tratar la enfermedad vascular periférica secundaria a la diabeteS. aumenta el riego sanguíneo en las zonas periféricas, disminuyendo el dolor y aumentando la distancia máxima de marcha.


Vaccinium myrtillus: contiene antocianósidos que provocan aumento de la concentración intracelular de vitamina C, disminuyen la filtración y fragilidad capilar. Presentan afinidad por los vasos sanguíneos del ojo y la retina, previniendo la retinopatía. Al mismo tiempo controla los niveles de glucosa (estudio).


Carnosina: previene la glicosilación de las fibras de colágeno. En general podemos decir que es una molécula antienvejecimiento.


Vitamina B6 (como piridoxamina): previene la glicosilación.


Arteria-heel: complejo homotoxicológico que permite tratar trastornos de la circulación periférica.

 

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