divendres, 30 de juny del 2017

TERRORES NOCTURNOS Y MEDICINA NATURAL


Debemos distinguir entre pesadillas y terrores noctunos. A grandes rasgos diremos que en la pesadilla el niño se despierta y recuerda el sueño, quedando un cierto estado de ansiedad y miedo por lo que ha soñado. Suele darse en la segunda mitad de la noche, sin movimientos, y cuando aparece un grito, el niño se despierta. Por el contrario, los terrores nocturnos se dan al inicio del sueño, se presentan movimientos, el niño puede llamar o gemir, pero no se despertará. Cuando se despierta, el niño queda en un estado de semiconsciència durante unos minutos y no recordará lo que estaba soñando.

Los terrores nocturnos afectan generalmente a niños entre 4 y 12 años. Están provocados por una hiperactivación del sistema nervioso central (SNC) con sensación de miedo en la transición de la fase profunda del sueño no REM al sueño REM (o fase de los sueños). Como se presupone una falta de maduración del SNC, estos terrores irán desapareciendo a medida que el niño madure, aunque en algún caso pueden perdurar en el tiempo.



A pesar de que se desconocen las causas fisiológicas, se sabe que pueden desencadenarse por fiebre, falta de sueño,  tensiones emocionales y fatiga. Estos factores incrementan el número de episodios. Hay que procurar que el niño no esté sometido a estrés y cumplir con una rutina horaria de baño, cena y sueño.

A pesar de lo aparatoso y traumático que pueda parecer el evento, el niño está dormido y en las guías médicas se aconseja no despertarlo.


Hay algunos remedios homeopáticos que pueden ser de utilidad atendiendo a las características del problema.


-Argentum Nitricum: el niño tiene muchos pesadillas durante la noche, se despierta sobresaltado. Se trata de un niño con miedo al futuro y que presenta un comportamiento precipitado.


-Lachesis Mutus: pesadillas y sueños angustiosos (muertos, serpientes ...) en niños preocupados o deprimidos por sentimientos de celos. Por ejemplo después del nacimiento de un hermano.


-Thuya Occidentalis: aparición de pesadillas después de vacunación, tratamientos prolongados o infecciones que no remiten.


-Kalium Bromatum: insomnio con terrores nocturnos en niños inquietos con agitación constante de las manos.



Hyoscianus niger
-Hyosciamus Níger: niños que llaman mientras duermen y que mueven las manos como si quisieran agarrar algo. Se despierta sobresaltado, con el rostro pálido, pupilas midriáticas (grandes), mirada fija, ausente. Miedo a estar solo, al agua.

-Stramonium: Terrores nocturnos en niños más bien violentos (no quiere decir que no pueda ser usado en niños que no lo sean). Miedo a la oscuridad. Su cara denota un aspecto aterrado, con ojos brillantes y midriáticos. Niño que se enfada con facilidad.

Podemos usar otras estrategias como plantas tranquilizantes o las flores de Bach. De estas, ha demostrado efectividad el Aspen, como se comprobó en el siguiente estudio. Las características de Aspen incluyen: miedos vagos a algo desconocido, sensación de que va a ocurrir algo malo sin saber el qué, aprehensión, miedo de contar sus preocupaciones a los demás. Permite el conrol de esfínteres de los niños que se orinan en la cama por miedo.

Otras flores que podrían ser efectivas:

Agrimonia: para la ansiedad en un niño que la esconde tras una falsa alegría. Sufre con las discusiones, las peleas...


Cherry plum: para los casos de pérdida de control.


Rock rose: cuando el terror aparece después de un shock reciente.


Otra opción, en casos crónicos, será despertar al niño antes de la hora a la que se suele producirse el episodio para evitar su presencia. Esto puede reportar mayor tranquilidad durante el día y a la hora de acostarse.

 

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